En 1962 en Bogotá, si queríamos enterarnos diariamente de lo que ocurría aquí en Cúcuta, bastaba ubicar en el dial del transistor y en onda corta La Voz del Norte, la única que salía como un cañón. Bogotá estaba a hora y media de vuelo en el viejo DC-3 de ARCA, la empresita cucuteña que nunca supimos si era una sociedad de acciones mayoritarias de “Trompo loco”, o de dos de Escipión Álvarez. En 1965 conectábamos otro DC-3 al aeropuerto de “Santagueda” en Manizales y era otra hora de vuelo. Las dos distancias sumadas, nos parecía una lejanía.
Ah, pues esas distancias inmensas las vencía la Onda Corta de la Voz del Norte. En estos días de amarillos escoceses, me explicaron el tema de la onda larga, la onda corta y la media y la aparición de la FM. Al final quedé en babia. ¿Por qué entonces las potencias imperiales, USA, Inglaterra, Rusia, El Estado Vaticano, Radio Exterior de España, Francia, Alemania, o países influyentes como Nederland y Cuba, en lugar de extinguir las radiodifusoras de onda corta, las fortalecen cada día? ¿Por qué los secuestrados se mantienen en comunicación con nosotros por AM y no por FM? Entonces la onda corta, no es tan corta.
El tema es; prendieron las alarmas. Las bandas de AM (amplitud modulada) que desde 1922 hacen de la radiodifusión colombiana una de las mejores de américa latina, pueden perder la guerra urbana. No la rural, mucho menos la regional y nacional y muchísimo menos la internacional. FM es simplemente calidad en el sonido y AM es afortunadamente cantidad de cobertura. Un ingeniero alicorado sobre el amanecer del 25 de diciembre cerró la discusión con un ejemplo. La FM es como un hombre de baja estatura, su visibilidad y audibilidad la ataja un muro bajito. La AM es como un hombre alto y zancón. Salta el muro, todos los muros y va lejos. La gente joven, urbana, busca la calidad del sonido de sus gustos en la FM que escasamente llega, a donde con racionamiento arriman los servicios públicos domiciliarios. Nos asusta aquí en Cúcuta, que las radiodifusoras no invierten en fortalecer la AM y por eso la de mayor alcance, escasamente llegue al Diamante de Chinacota o a la quebradita “Agualasal”.
Pero bueno, la noticia es esta: Los fabricantes de radiorreceptores “chinos”, ahora en los cuadrantes no los dotan de AM y solamente ofrecen FM. La alarma la prendió en el Nuevo Herald d Miami, el periodista Luis de La Paz, muy asustado, pues se pone en peligro las veinte estaciones locales de la ciudad del sol, incitando la migración hacia la FM.
Lo inverosímil, es la razón que dan los fabricantes: “Lo jóvenes no escuchan esa banda”. Dios quiera que ese sarampión no llegue todavía a Colombia, donde funcionan 1512 emisoras en las dos bandas: 1153 en AM y 359 en FM.
Adenda: En los tiempos de la Onda Corta de La Voz del Norte y sus noticieros se oían en todos los municipios y la cobertura radial era total. Ahora solo llega a La Donjuana, Agualasal y Santiago. Pensar que nosotros los universitarios los oíamos en Bogotá y Manizales en el 65. La onda corta, no es tan corta.
