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Ciudad cerrada
Pero aquí estamos, hemos sobrevivido con dignidad porque hemos sabido sobrevivir a cosas peores.
Jueves, 4 de Febrero de 2016

Cúcuta está cerrada. La cerraron por dentro y por fuera. La cerraron como cerrar un portón de patio. Cerraron la frontera y el comercio disminuyó: quebraron almacenes, tiendas, tabernas, zapaterías. 

Pero aquí estamos, hemos sobrevivido con dignidad porque hemos sabido sobrevivir a cosas peores: un terremoto en 1875, una epidemia de fiebre amarilla en el siglo XIX, una apertura económica en la segunda mitad del siglo XX, la guerra paramilitar del 2000, los 560 cadáveres de los hornos crematorios de Juan Frío en la década de los 90, el bloque Catatumbo, las sucesivas y asfixiantes administraciones y uno que otro decreto discriminatorio. 

Pero,  tal vez, a lo que no vamos a poder sobrevivir es al cierre de la ciudad desde adentro. 

Y eso es lo que está haciendo Óscar Gerardino, secretario de gobierno municipal. 

Está cerrando la ciudad como si fuera el portón de patio de su casa. 

A través del decreto 006 del 02 de febrero del presente año impuso un nuevo horario  para los establecimientos  nocturnos (ya van 5 decretos en el último año) que afecta a un gremio que genera empleo y son promotores turísticos. 

A Gerardino no lo conmueve la crisis económica y social que afecta a la ciudad ni el alto índice de desempleo (él tiene su salario asegurado) y manda a cerrar los establecimientos del centro de la ciudad a las 11 de la noche, pero a los del Centro Comercial Bolívar los deja trabajar hasta las tres de la madrugada. A unos pequeños locales del centro los condenan a la quiebra, mientras que a los poderosos del Centro Comercial Bolívar les ayuda a que sigan engordando la vaca. 

No parece que estuviera organizando una ciudad sino devolviendo favores. ¿Cómo habrá sido ese negocio? 

Estamos acostumbrados a que los funcionarios nunca den puntada sin dedal, por lo tanto, me hago aquí una pregunta en voz alta ¿recibirá Gerardino una propina del Comercial Bolívar por estos desmanes?  ¿Sabe Gerardino que la zona que manda a cerrar está señalada desde hace dos años por la alcaldía como Zona Turística? 

¿Por qué medidas antipopulares como ésta no se socializaron previamente? Voy a recordarle al señor Gerardino que en la Zona Turística (para no hablar del resto de la ciudad que también se ve afectada por esta medida) nunca ha habido muertos (como siempre argumentan algunos funcionarios para justificar este tipo de medidas) como sí los ha habido en el Centro Comercial Bolívar.

Así no se puede progresar, señor Gerardino, señor alcalde. Todo esto es muy improvisado y tiene un tufillo a negocio turbio. Yo no sé cómo se manejen estas cosas dentro de la alcaldía, pero hago otra pregunta ¿Gerardino consultó con el alcalde esta medida o actuó solo? 

Si actuó con el respaldo del alcalde hay que abuchear al alcalde. Pero si Gerardino actuó de manera autónoma, la cosa es más grave: quiere decir que el alcalde no tiene control sobre sus subalternos y aquí todo el mundo hace lo que le da la gana. En consecuencia, aquí impera la anarquía.

Son muchas las familias humildes afectadas por esta medida. Porque el cierre no solo es para el centro de Cúcuta si no que hay medidas arbitrarias para toda la ciudad. Dueños de tabernas del barrio Aeropuerto y Atalaya me han hecho saber su decisión de organizar marchas para tumbar ese decreto. Pero los decretos no se tumban con marchas, se tumban en las urnas para que, pequeños reyezuelos como Óscar Gerardino, vuelvan a casa y se queden con el portón cerrado, sin molestar a nadie.

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