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¿Cuál será el futuro?
Si la identidad del presente es indefinible, la de nuestro futuro es más volátil y llena de solo buenos deseos apartada muchas veces de la realidad.
Martes, 3 de Mayo de 2016

Amables lectores: En la historia del diario acontecer, escrita por cada ser humano, inevitablemente surge el interrogante: ¿Quién soy?

Algunas frases populares afirman: ”Somos lo que comemos”. Otros dicen: “Cada ser humano es lo que cultiva”. Algunos dicen: ”Dime con quién andas y te diré quién eres”.

Si la identidad del presente es indefinible, la de nuestro futuro es más volátil y llena de solo buenos deseos apartada muchas veces de la realidad. Recordar es vivir, decían los “filósofos” Tarzan y Kid Pambelé. El primero iba y volvía agarrado de la misma liana, como buen empleado público, sin soltar su puesto actual hasta obtener otro nombramiento. El Pambelé siendo fiel al anunciado, una y otra vez volvía a la droga.

Entre los juegos que practicábamos de niños y que todavía lo practica la actual generación era jugar a ser periodistas como protagonistas de una entrevista. Uno de ellos empuña la mano, simulando un micrófono y le pregunta a otro niño: ¿Qué quieres ser cuando seas grande?  El  entrevistado, poniendo pose de seriedad responde:” Yo quiero ser médico o ingeniero o abogado o economista y muchas otras cosas pero lo que no quiero ser es político, porque no me gusta mentir. Mis padres, desde cuando era más pequeñito, me enseñaron que decir mentiras no es bueno, se pierde credibilidad y me hablaron del cuento del pastorcito mentiroso donde el lobo feroz también se come a ese pastor. Además, me daría una gran vergüenza contarles a los amigos mi profesión.

En cambio, un gordito llamado Zacarías Ventaja, grita desde un rincón: “Yo también quiero jugar a la entrevista y con el puño como micrófono inicia su versión futurista, seré político, como mi papito”. Él viaja a Bogotá los lunes y regresa a la casa los miércoles, a almorzar. Jugamos toda la semana y últimamente me está enseñando monopolio, que sirve para tener en el futuro la práctica de hacer negocios. Nos ha llevado varias veces a mi mamita y a mí, a Europa y la China, con pasajes de “cortesía” dizque “invitado” por parlamentos extranjeros.

Una niña bella, de ojos grandes y azules, llamada Lucía Oportunos, de padre portugués, dando coquetos saltos, se acerca al grupo de niños y sin rubor alguno dice: “Cuando yo sea grande quiero ser antigravitacional como Noemí Sanín pasan los años y va de puesto en puesto. Es más fácil quitarle una tabla a un náufrago que ver desempleada a Nohemí. Como ella quiero ser experimentada en las lides del amor, con varios matrimonios y mantenerme fresca y lozana. No baja sino siempre sube en las consultas de opinión.

Acomodado Buendía, el más escuálido del grupo de niños, en quien se detectaba la carencia de recursos, era autosuficiente y oportunista. Empuña su propia mano e imitando el micrófono habla: “Cuando grande quiero ser gerente liquidador de alguna EPS como Saludcoop o Caprecom, donde se pierde el dinero de los usuarios y los entes de control guardan un sospechoso silencio. Al usuario además del cáncer lo mata la desidia de la EPS, son el nuevo método de selección natural. Noé Lancheros, el niño que mejor nadaba en el grupo, llegó gritando “Yo quiero ser un fiscal serio con ética, sin preferencia sin hacer uso de aquello: que la justicia “se la aplico a mis enemigos y a mis amigos se la interpreto”. “Sin contratos tipo Springer”, sin algoritmos mentirosos y sin justicia espectáculo, que ha llevado al país al pago de millonarias indemnizaciones.

Igual que los niños pensemos en nuestro futuro y preguntémonos: ¿Será que obrando como lo estamos haciendo, dejando que otros busquen solo provecho personal, tendremos mejores oportunidades para todos?  Mantengamos la mente abierta para adquirir conocimiento y poner en marcha todo lo que te has propuesto realizar.                                                                              

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