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El heroismo de una población inerme

No hay otro ejemplo reciente en América como el de los heroicos venezolanos que se manifiestan todos los días en contra del régimen chavista.

No hay otro ejemplo reciente en América como el de los heroicos venezolanos que se manifiestan todos los días en contra del régimen chavista. Estudiantes, amas de casa, catedráticos, ancianos y marginados no tienen temor de salir a las calles a enfrentar, sin armas, a los esbirros de esta dictadura que ha mostrado al mundo su barbarie.

Quienes siguen por televisión las noticias de Venezuela no imaginan el sufrimiento que padecen sus habitantes, privados de los más indispensable para subsistir, y sometidos a vivir en una país que la “revolución bolivariana” convirtió en un campo de batalla en el que se enfrenta el ejército oficial bien pertrechado a valientes ciudadanos.

Han sido largos años de despojos para que todos tengan que depender de las dádivas oficiales; de amordazamiento de la prensa para que solamente se oigan las noticias oficiales que alaban la revolución; de utilización descarada de los jueces, impuestos por el gobierno, para perseguir y encarcelar a los opositores; de saqueo a las arcas oficiales para enriquecer a los “boliburgueses”.

Lo que muchos políticos creían que era la llegada de un gobierno pasajero con el que podían golpear a sus adversarios para luego volver al poder, -aupada por los periodistas abyectos que siempre hay en torno a los poderosos-, se convirtió en un régimen que pretende permanecer para siempre con el grito de “no volverán”, proferido precisamente contra quienes tontamente creían que podrían manejar al inexperto comandante de la revolución.

En inconcebible que al país más rico de Suramérica, que abrió sus puertas a inmigrantes de todo el mundo, mayormente colombianos, con ofertas de trabajo y posibilidad de asentarse en una nueva patria, los chavistas lo hubieran convertido en una ignominiosa satrapía para que una camarilla privilegiada se enriqueciera con el robo de la riqueza nacional, repartiendo unos mendrugos a los más necesitados.

Quizás no hemos valorado suficientemente lo que ha significado permanecer diariamente, por meses, manifestándose a pesar de la brutalidad oficial, porque la estrategia del gobierno es “apretar” hasta doblegar la voluntad irreductible del pueblo venezolano. Tampoco, apreciado el coraje de los diputados de la Asamblea Nacional que han sufrido los vejámenes de la guardia nacional, solamente, por cumplir con su deber constitucional. Tal vez, no hemos justipreciado el dolor de las madres que han perdido a sus hijos en las manifestaciones, o los han visto caminar hacia la tortura de las mazmorras revolucionarias.

Muchos periodistas también han sufrido en carne propia la ferocidad del gobierno de Maduro por transmitir valientemente las noticias de la represión a pesar de la mordaza que sufre la prensa.

Pero, no nos engañemos. El régimen no va a dar su brazo a torcer fácilmente porque tiene apoyos muy fuertes: Las fuerzas militares, “purgadas” constantemente para no permitir que existan críticos en sus filas. Los otros poderes estatales que han sido copados por el gobierno. Y, de manera muy protuberante, el gobierno de Cuba que no quiere perder el sostén de su economía que es el petróleo venezolano. Cuba, además, ejerce una importante influencia sobre otros gobiernos y fuerzas políticas que se han convertido en mercenarios guardianes del chavismo.

Sábado, 22 de Julio de 2017
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