El desarrollo de las regiones empieza por la disponibilidad de agua potable. La competitividad regional se logra con la integración de las características del territorio, la infraestructura física, la oferta de servicios, la dinámica económica, la capacidad de sus técnicos y profesionales, y la confianza que construyan sus gobernantes. Sin embargo, asistimos a un déficit en el departamento en cuanto a una comprensión integral de nuestro territorio.
Tenemos suficientes valores para ser un departamento próspero, organizado, dinámico y ejemplo para la humanidad. Tenemos el principal elemento, el agua, nuestro recurso hídrico que representa un gran potencial.
La red hidrográfica nortesantandereana está estructurada por el río Catatumbo que desde su curso alto recorre todo el departamento con sus grandes afluentes como los ríos Zulia, Pamplonita, Guarumito, Sardinata, Nuevo Presidente y el río de Oro. Esto representa el gran potencial que el departamento posee por el preciado líquido.
A través de los años las fuentes hídricas del departamento han sido el discurso de diferentes políticos incluyendo ideas de proyectos multipropósito como el Cinera o desarrollar distritos de riego para potenciar el agro. Como pasa la mayoría de veces, las palabras se las lleva el tiempo, haciendo que la falta de planeamiento y visión generen crisis por culpa de la ausencia o la abundancia del líquido vital.
La falta total de ella en La Playa de Belén en la Provincia de Belén o el exceso de esta que generó la crisis invernal en la Provincia de Pamplona en años pasados, conlleva las alteraciones en materia de su disponibilidad y oportunidad –por sequías (provocadas por fenómenos como ‘El Niño’) o afectaciones del suministro por desbordamiento de los cauces e inundaciones (producidas por fenómenos como ‘La Niña’) u otros episodios climáticos– suelen conducir hacia su carestía.
La utilización de los recursos hídricos es un problema de alta complejidad que requiere una amplia aproximación de análisis y solución. Dado que el agua es consumida por todos los sectores de la economía, parece razonable que los conflictos asociados a ello se evalúen de forma integral para lograr un uso más eficiente, teniendo siempre como objetivo que debe ser considerado un bien para el desarrollo de la sociedad, siempre y cuando ordenemos nuestra economía, el desarrollo y nuestra existencia entorno al agua, no de espaldas a ella.
Hablar de agua es hablar de progreso, agro, vida, páramo, familia, diversión, ambiente de cuidado, progreso y oportunidad; como lo es Pozo Azul y su potencial ecoturístico o cada uno de los balnearios alrededor de los diferentes ríos que recorren el departamento. Es el momento que hablemos de Norte de Santander, de desarrollo acuífero responsable y sostenible a través de programas de educación ambiental y empresarial. Es hora de abrazar las fuentes hídricas que nos permiten mantener la vida en el departamento, voltearnos y verlas con el valor que tienen y no solo con el sentido utilitarista que les damos.
Adenda: La iniciativa ciudadana Hablemos de Norte de Santander convocó para el 20 de agosto un Abrazatón al Río Pamplonita, que se realizará en Ecoparque del Río Pamplonita en Cúcuta desde las 8 am hasta las 12 del mediodía. Será una acción simbólica de cuidado y protección a nuestro río.
