El pasado sábado seis de mayo el partido político Centro Democrático -legalmente constituido e injustamente perseguido- desarrolló en Bogotá su Convención Nacional estatutaria, lo cual, como se ha dicho, es el banderazo de arranque para las elecciones presidenciales de 2018.
Durante el desarrollo de la misma fueron muchos los detalles que llamaron la atención, por ejemplo, aún no deja de ser llamativo que Everth Bustamante, exguerrillero del M-19 y asesor del mismo grupo en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, sea hoy senador de la República por el Centro Democrático, tránsito que muchas personas tomarían como madurez política; o la asistencia, así sea en calidad de invitado, del ex vicepresidente Angelino Garzón Quintero, a quien el presidente Juan Manuel Santos, en su posesión de agosto 07 de 2014, lo ignorara en su discurso, luego de haberlo acompañado cuatro años con esa investidura.
Entre los presidenciables que se vislumbran en el Centro Democrático, según se pudo ver ese día, están Carlos Holmes Trujillo, María del Rosario Guerra de La Espriella, Iván Duque Márquez y Rafael Nieto Loaiza. Yo agregaría a la senadora Paloma Valencia Laserna, porque tiene preparación, temple y para seguir ampliando la participación de la mujer en el campo de la política colombiana, y han demostrado que cuando se preparan lo hacen bien: Ángela Merkel en Alemania, Michelle Bachelet en Chile, Margaret Thatcher y Theresa May en el Reino Unido y Hillary Diane Rodham Clinton en EE. UU., quien hizo un intento fallido pero ha demostrado capacidad.
Fueron varios los discursos el día de la Asamblea Nacional del Centro Democrático, como tenía que suceder, pero llamó poderosamente la atención y la prensa así lo reseñó, las palabras del exministro caldense Fernando Londoño Hoyos, quien en su oración dijo muchas verdades al Gobierno de Juan Manuel Santos, pero fueron sus palabras fuera de cámaras en el sentido que había que hacer trizas el acuerdo con las Farc lo que puso a muchos los pelos de punta.
Estas palabras del citado exministro únicamente lo comprometen a él, porque es verdad de a puño que el Acuerdo con las Farc a estas alturas del partido es irreversible, y si fuera reversible no sería prudente lanzarle algo así como una bomba GBU-43, el proyectil no nuclear más potente de los americanos. Ahora, lo que si puede suceder es que quien suceda a Santos en la Presidencia de la República quiera imprimirle su sello personal a la ejecución del mismo o hacer algunas correcciones a la excesiva generosidad del actual mandatario con el grupo irregular. Eso es posible y válido porque no será un convidado de piedra.
Lo claro es que Fernando Londoño, aunque sea una persona capaz, además de abogado y economista respetable, es apenas Director honorario del Centro Democrático, y si consultamos el DRAE advertimos que “honorario” es lo que simplemente sirve para honrar a alguien, para pasarlo de coba, pero no es el vocero oficial del Centro Democrático. Él opinó a título personal.
