La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Indignados
Nuestro país se encuentra ad portas de cambiar desde adentro en su sistema político de una forma democrática.
Viernes, 3 de Marzo de 2017

Colombia es un país de modas y de tendencias, aupadas por las circunstancias, los medios y las redes sociales como lo demuestra la indignación actual por la corrupción desbocada. Ahora mismo el país está indignado, no sin justas razones, debido a los escándalos relacionados con los sobornos de Odebrecht, que aunque traten de ocultar con cortinas de humo y desviando  la atención de su real dimensión, es un nuevo elefante como el tristemente célebre proceso 8000 del Gobierno de Samper, que sin lugar a dudas comprometió a un antiguo funcionario del gobierno Uribe, pero que sus tentáculos reales y putrefactos se extienden de una manera colosal al actual Gobierno Santos, así este pretenda pasar de agache, detrás de los titulares que copan los diarios con la mudanza de las Farc, todavía muy armadas, a sus zonas de concentración. Pero como diría un filósofo, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, aplaudimos que la implementación del acuerdo de paz por lo menos en las bases se esté llevando a cabo, pero de ninguna manera podemos permitir que el grado obsceno al que ha llegado la corrupción en este país en cabeza del régimen pase desapercibido y sin encontrar y castigar a los verdaderos culpables, sean estos muy cercanos al  Gobierno o estén dentro de él.

De tal manera que los numerosos indignados colombianos deben ser partícipes de esta fuerza anticorrupción que se está generando, no como invitados de piedra, sino como veedores y sujetos activos en la denuncia permanente, en cabeza de voceros que nos representen como sociedad civil directamente afectados por el robo descarado de nuestros recursos públicos, o presionando con manifestaciones públicas de rechazo. Sin embargo, esto es pensar con el deseo, aquí salimos a  marchar por estupideces con el ánimo de aplastar minorías (taurinos, comunidad LGBT, cartillas de educación sexual escolares, etcétera), pero dejamos que hechos de verdad aberrantes como estos, o la muerte de niños por desnutrición o el abuso continuado y sistemático a niños y mujeres o el manejo de la seguridad ciudadana nos pasen frente a nuestras narices sin que eso genere en la opinión pública  la indignación que merece, manifestándose con una protesta multitudinaria.

Produce también impotencia que funcionarios responsables de la investigación y de llevar a los tribunales a los sinvergüenzas ladrones de cuello blanco, sean atacados y recusados por otros funcionarios en franca campaña electoral, sin medir las consecuencias que esto pueda traer a las investigaciones en curso. Perversa manía de los colombianos de no dejar hacer con tal de buscar protagonismo y visibilidad. La corrupción viene desde dentro de las mismas entrañas del Estado, y el responsable directo es el régimen de turno, por tanto no es de extrañar que dicho régimen utilice las armas más amañadas y desleales para atacar a sus investigadores, provengan de donde provengan.

Debemos los ciudadanos convertirnos en los defensores de las políticas correctas que los entes de control o Fiscalía,  lleven a cabo en ese sentido,  y a su vez debemos señalar con el dedo acusador cuando los funcionarios de los entes encargados de encontrar responsabilidades actúen de manera parcializada defendiendo al acusado o desestimando la gravedad de los hechos, caso relevante en la actuación del presidente del CNE, quien deplorablemente pretendió defender a la campaña de re elección del actual presidente, cuando debería estar investigando lo que realmente ocurrió al cacareado millón de dólares. 

Nuestro país se encuentra ad portas de cambiar desde adentro en su sistema político de una forma democrática, haciendo valer nuestra voz ciudadana, encontrando representantes válidos y honestos que nos representen, o aparecerá un vivaracho populista con máscara de redentor, que canalice a los indignados que somos más, y se aproveche de la coyuntura para llegar al poder.

Temas del Día