Nada halagüeña es la herencia que en materia de movilidad ha dejado el alcalde Donamaris a su sucesor César Rojas, que entre otras cosas ya conoce el tema porque varias veces lo observé supervisando tareas de control relacionadas con la semaforización de la ciudad cuando fue Secretario de Tránsito del municipio.
No es interesante su legado, puesto que la semaforización de ciudad no ha sido la prioridad para ninguna administración y por eso creo que no debe dilatarse más la solución del problema porque las demandas que pueden venir como consecuencia de la falta de señalización serán inmensas, lo cual incidirá en el presupuesto municipal.
Por otra parte, es necesario que exista un plan de acción de la dependencia encargada de la movilidad para que sea vigilado por una comisión especial del Concejo de Cúcuta, que entre otras cosas presenta caras nuevas caras, algunas muy jóvenes, aspecto que decidió la ciudad el pasado 25 de octubre.
Con el paso de los días observaremos el talante de todos y cada uno de ellos ante el estudio de los proyectos que proponga el ejecutivo, porque a decir verdad la calificación obtenida por los que terminan período es deficiente en líneas generales, aun habiendo algunos que mostraron algo más que asistencia al recinto.
La herencia que deja nuestro alcalde en materias de vías es regular y eso que el clima lo ha favorecido. En condiciones climáticas adversas, los paños de agua tibia realizados con mezclas frías para tapar los huecos, pasarán al 2016 raspando; una vez regresen las lluvias en mayo del próximo año recordarán el contenido de esta columna.
En cuanto a la parte operativa, aún sigue siendo un misterio el famoso convenio con la Policía Nacional porque cada día se ven menos uniformados y el caos por la inexistencia de semáforos, se suma al problema de disponibilidad humana.
Si de ingresos se trata, nadie sabe a ciencia cierta qué sucede con los dineros recaudados por concepto de multas, mucho menos su destino lo cual tiene en enredos a varios funcionarios con la posibilidad que el actual corra la misma suerte.
Entonces, es fácil hacer un recuento de poco que se hizo en materia de movilidad y mucho lo que se debe hacer, motivo el por el cual insisto que esa herencia es casi una venganza.
