La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

La savia sabia

Podría pensarse que las estrellas son emisoras de aquella esperanza que hace del alma la génesis de la serenidad.

El valor de un instante de luz estelar evoca al universo. Podría pensarse que las estrellas son emisoras de aquella esperanza que hace del alma la génesis de la serenidad, en una especie de pulcritud solemne del espacio y del tiempo. 

Y uno puede detener esos instantes, dejarlos indelebles en su espíritu para, cuando los sueños hagan su ronda, los hallen ahí, puros en la intuición.

Así inician todas las auroras, con una ilusión creciente, que nace desde el fondo invisible de la majestad del mundo: como si el Nocturno Andante de Chopin se fuera metiendo en el Uno grandioso de los humanos, el cual sólo aparece cuando somos sensibles ante lo supremo, o cuando cedemos ante la magia de pensar y la inspiración de sentir el equilibrio entre el corazón y el entendimiento. 

Es como si la luna se quisiera dejar caer, en vez de esconderse en los pliegues del día, para permitir a la nostalgia acrecentar la búsqueda y siembra de la huella de cada instante de la felicidad, a abrir la circulación a la savia sabia, a recorrer sin afanes la ruta que comenzó en el punto maravilloso de los sueños, donde se comienza a bendecir la existencia plena, a sentir los pasos que se van aposentando para construir el camino a la belleza, a la diafanidad interior que permite sentir el horizonte de la vida más cerca.

El secreto está en aprender cuál es el instante preciso, si el que brilla más, o aquel que permanece escondido en la oscuridad -con ganas de que lo descubramos- con la inmensidad de los sentimientos que provienen del alma, después de decantar la impureza de lo humano, para volverse de cristal.

Entonces se integra uno a la belleza con que sonríe la mañana, la que no tiene ostentaciones, es pura y se asemeja a la titilación del rocío en las hojas, con la bondad presente en la mirada: en ese instante se detiene un momento el tiempo, a soñar, a alabar la belleza, la no advertida en primera instancia sino reposada en la emoción, la que concibe nuevos instantes de luz.

Domingo, 16 de Abril de 2017
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día