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Mamados

Sus víctimas son de todas las clases sociales, sin importar sexo u ocupación.

Cuando escribo una columna, recibo comentarios constructivos y otros complementarios de amigos y personas que por cualquier circunstancia, comparten los temas que suelo abordar cada domingo. Pienso que tienen la razón puesto que se trata de los puntos de vista con los cuales se enfoca determinado problema y en esta oportunidad, absolutamente todos coincidieron en que los operativos que realiza el grupo élite de la Policía Nacional son buenos, pero serían mejores si el enfoque tuviera como propósito reducir las alarmantes cifras de delincuencia, desbordadas como nunca en nuestra ciudad.

Nadie se salva de estos delincuentes, puesto que los sitios escogidos para sus fechorías son debidamente estudiados previo al ataque. Sus víctimas son de todas las clases sociales, sin importar sexo u ocupación. 

Lo realmente claro es que utilizan motocicletas para sus fechorías y en su gran mayoría, con parrillero de sexo masculino, seleccionan sus objetivos previamente, no les importan las cámaras de seguridad, poseen armas de fuego y con gran habilidad desaparecen con rumbo desconocido. A esto le sumamos que en los alrededores de los blancos escogidos, no hay presencia de autoridad porque de lo contrario los resultados serían diferentes.

Se han hecho Consejos de Seguridad, reuniones con unos y otros pero lo cierto es que el problema sigue en crecimiento. Atrapar dos, tres o cuatro personas no es un resultado que merezca reconocimiento porque eso es una tarea u obligación que le corresponde a la Policía Nacional.

Por lo anterior, coincido con las personas que me escriben proponiendo mejorar la estrategia en contra de los criminales, porque en estos momentos es más importante la seguridad ciudadana que detectar infractores. 

Los organismos de seguridad deben orientar sus operativos principalmente a conductores de motocicleta de matrícula extranjera, mediante la aplicación de “planes candado” en perímetros donde se hagan revisiones tanto al conductor como al vehículo utilizado y su objetivo no sea atrapar trabajadores sino a los bandidos.

Los videos publicados en las redes sociales, indican que se trata de hombres con edades entre 25 y 35 años, motivo por el cual es injusto aplicar todas las normas de tránsito a los más débiles, mientras los criminales se pasean por todos los locales comerciales, buscando dinero fácil. 

Es hora de pensar en un empadronamiento de los conductores que posean motocicletas de matrícula venezolana porque el problema seguirá creciendo y con la excusa de que la frontera está cerrada, no se hace exigencia de la propiedad o tenencia de la motocicleta. La tarea no es fácil pero tampoco imposible y las personas que no le deban a la justicia pues no tendrán problema alguno puesto que a la fecha lo único que sabemos, es que estamos “mamados” con tanta inseguridad.

Sábado, 25 de Febrero de 2017
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