El jueves de la semana que pasó, se reunió el grupo de personas que integran la mesa de la movilidad en nuestra ciudad y creo que han descubierto algo realmente maravilloso (para ellos por supuesto) y es la “incultura que sobrepasa cualquier anormalidad”. Así lo expreso el comandante operativo de la Secretaría de Tránsito.
No es justo con una ciudad repleta de problemas que un funcionario haga un conteo de los infractores en una capital donde circulan más de doscientos mil vehículos y que además de manifestar que son doscientos setenta mil infractores al mes se olvidó de cuantificar la estadística la cual se resume se la siguiente manera: estaríamos en nueve mil infractores diarios que perfectamente sumarían la no despreciable cifra de mil trescientos millones de pesos cada día si todos decidieran pagar dentro del plazo que la ley permite con rebajas hasta del cincuenta por ciento.
Es apenas lógico entender que a mayor ingreso, mayores posibilidades de programas enfocados a la cultura ciudadana porque entre otras cosas, ese es el destino que debe darse al ingreso por concepto de multas y por eso, así la parte operativa haga todos los esfuerzos, siempre será una dependencia pobre en muchos sentidos a excepción de algunos casos representados en capital humano.
Entonces mis respetados doctores, grupo de apoyo uniformado, funcionarios y golpeados empresarios del transporte legal: es inoficioso reunirse para contar los mismos problemas sin que exista luz alguna que oriente la difícil problemática de tránsito en particular; porque la informalidad tiene raíces tan profundas que para su erradicación no basta aplicar la ley sino dar ejemplo y ser proactivos en las soluciones.
Entiendo y respeto al importante gremio del transporte que actúa prudentemente toda vez que una torpeza puede ser el detonante revanchista de la autoridad, actualmente llena de soberbia.
Llegó la hora de escoger quién regirá los destinos de la ciudad y lo poco que he escuchado en las intervenciones de los candidatos, no asoma el tema de la movilidad por ninguna parte ya sea por desconocimiento del tema o porque prefieren esperar que el problema estalle socialmente.
Antes de finalizar el mes de septiembre estaremos en trescientas mil infracciones mensuales porque no creo que aparezca una mano dura que ordene la ciudad y mientras tanto estaremos sin señalización y totalmente abrazados por la informalidad puesto que el alcalde no pensará ni por un instante ordenar operativos que afecten la imagen de algún simpatizante de sus ideas con aspiraciones al primer cargo de la ciudad.
Finalmente, el anunciado debate al Secretario no se dio ni se va dar porque no es interesante para actuales concejales cuyo aporte en el tema fue pésimo y si tienen aportes pues deberían ponerlos en conocimiento de todos los ciudadanos.
