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Ministro, pierda cuidado

Siempre es importante mostrar como a través de asociaciones serias, las ayudas del estado se concretan y cumplen el propósito.

Las asociaciones de productores agropecuarios son un valiosísimo instrumento para que el estado, e inclusive los gobiernos departamentales y locales se soporten en su aplicación de política pública sectorial. 

La necesidad de fortalecerlas es evidente y su existencia y consolidación le han significado ahorros bien importantes al erario público. 

No es menos cierto que en sus diferentes etapas de constitución, reconocimiento regional y representatividad comunitaria, los gobiernos deben invertir para buscar esa madurez comunitaria. 

Quizá sea esa la razón  por la que en los últimos 10 o 15 años y  solo unos días después de posesionados los ministros  de agricultura, no dejaban de acercarse por el Distrito de Riego del Río Zulia. 

Recuerdo a Carlos Gustavo Cano, a Andrés Felipe Arias, a Andrés Fernández, a Juan Camilo Salazar y a Rubén Darío Lizarralde.

Claro, siempre es importante mostrar como a través de asociaciones serias, las ayudas del estado se concretan y cumplen el propósito para el que fueron destinadas. 

Eso es precisamente lo que ha ocurrido con Asozulia, allí las obras de infraestructura siempre son el resultado del esfuerzo nacional, departamental y de los usuarios. 

No más ahora se avanza en un proyecto que supera los 5.000 millones de pesos y que permitirá un uso más seguro y eficiente del recurso hídrico.

En estos desplazamientos siempre son importantes los asesores, los que en este caso, seguramente le han recomendado al Ministro Iragorri no acercarse al Distrito de Riego, en consideración al riesgo que tendría para su popularidad las reiteradísimas expresiones  de preocupación de los agricultores de los valles del río Zulia y Pamplonita, quienes con físico “pánico” conocen cada vez con más detalle los pormenores de la “Bocatoma de Ecopetrol”.

Al señor Ministro comentarle que evidentemente existe un gran inconformismo por la toma de una decisión que además de inconsulta, riñe con todos los programas  que en buena hora se diseñan en la geografía departamental, incluido el Fondo Regional del Agua recientemente presentado en sociedad y que conoceremos con el pomposo y sugestivo nombre de “Alianza  Biocuenca”, la que aunque un poco desapercibida en los medios de comunicación, con toda seguridad se convertirá en un referente indispensable en la agenda regional ambiental. 

No obstante desconoce, al omitirnos en sus giras, que la gente que habita los mencionados valles, son gente noble que sabrá reconocerle los apoyos recibidos y continuara por las vías que la Constitución Nacional nos ofrece defendiendo un derecho inalienable de los ciudadanos, como lo es el derecho al trabajo.

Sábado, 4 de Julio de 2015
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