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¡Por fin nos van a consultar!

Todos estos acuerdos de paz han traído beneficios para Colombia.

“La práctica de la paz y la reconciliación es una de las acciones humanas más esenciales y artísticas.” Thich Nhat Hanh.   

En los últimos 40 años han sido varios los sucesos relacionados al conflicto armado que han ocurrido en el país. En la memoria colectiva se recuerda como el gobierno de César Gaviria negoció con los narcotraficantes para detener el derramamiento de sangre, y aunque la negociación fue bastante benéfica con los narcos, nadie nos preguntó si estábamos de acuerdo o no con lo acordado.

En el año de 1990 se firmaron los acuerdos de paz, primero con el M-19 y a los pocos días con el Epl donde tampoco se le consultó al pueblo si le gustaba lo pactado con estos grupos insurgentes. Sin embargo, firmar la paz con este grupo tuvo gran trascendencia debido al apoyo incipiente de algunas bases populares a la ideología del M-19, especialmente, y su impacto mediático por varios golpes contundentes a la estabilidad institucional del país.

Sin consultarle a nadie, en 1991 el Gobierno negoció y logró desmovilizar otros grupos guerrilleros más pequeños, como el Partido Revolucionario de los Trabajadores (Prt), el Movimiento Indígena Armado “Quintín Lame” y una fracción del Eln y el Epl.

Luego, a finales de 2002 comenzó un proceso de paz con las Auc que se concretó con la firma del “Acuerdo de Santa Fe de Ralito” donde se desmovilizaron gradualmente los bloques de esta organización, finalizando en el año 2006. En este caso tampoco hubo algún tipo de refrendación o consulta al pueblo para saber si aprobaba o no la firma de este acuerdo.

Todos estos acuerdos de paz han traído beneficios para Colombia, el principal es el evitar más muertes inútiles de compatriotas, y otros tantos en los ámbitos económico y social del país. Hoy, después de más de 50 años de guerra, estamos ad portas de firmar un nuevo acuerdo de paz con la guerrilla más antigua del mundo, que a mi parecer es el más importante en nuestra historia, además por primera vez se le va a preguntar a los colombianos si están de acuerdo o no con que se firme y ponga en marcha lo acordado con esta guerrilla, dándole una legitimidad completa al acuerdo o rechazando la firma de este.

Un mandato constitucional como la búsqueda de la Paz no necesita legalmente ningún tipo de refrendación popular (Art. 22 C.P. Colombiana), basta con la decisión del Gobierno para llevarlo a cabo, como se ha hecho en los pasados acuerdos de paz.

En el proceso de paz actual se nos va dar la oportunidad, por primera vez en la historia, de decidir si queremos o no ponerle fin a un conflicto armado anacrónico e inútil con la guerrilla de las Farc. Desde que se decidió crear una nueva Constitución no se ve un consenso entre partidos políticos de izquierda, centro, independientes y con parte de la derecha para sacar adelante estos acuerdos y empezar a reconciliar un país que ha perdido muchas personas valiosas y recursos incalculables en estos años de conflicto.

No vamos a decidir simplemente entre paz y guerra, vamos a decidir el futuro de nuestros hijos y el propio para los próximos años, vamos a decidir si somos capaces de avanzar como sociedad y empezar a dejar de resolver los conflictos con las balas, para resolverlos con el diálogo ¡como debe ser!

Mi voto será por el ¡SÍ!

Politólogo - Universidad de Antioquia
Especialista en Opinión Pública y Marketing político - Universidad Javeriana
Twitter: @andrescla

Viernes, 5 de Agosto de 2016
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