“Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades” J.K. Rowling.

Cúcuta ya tiene alcalde, para muchos una sorpresa, para otros era de esperarse, en todo caso más de 100.000 cucuteños eligieron legalmente al nuevo mandatario por los próximos cuatro años.

No voy hablar del nuevo alcalde y de sus apoyos políticos y económicos, de eso ya se están encargando los medios nacionales y hasta algunos internacionales.

Mi propósito hoy para escribir es intentar entender

¿Qué motiva a los cucuteños a votar por uno u otro candidato a la alcaldía? pregunta que dudo mucho pueda resolver en esta columna, sin embargo quiero intentar entender algunas particularidades que tenemos los cucuteños y a las cuales creo yo, que en parte le debemos nuestra situación actual.

Cuando uno habla con cucuteños de todos los estratos siempre terminamos diciendo lo mismo, ¿Por qué no podemos ser como otras ciudades de Colombia similares en tamaño y población?

¡Qué será lo que nos falta si nosotros somos verracos y trabajadores como ellos!

Tenemos una ubicación privilegiada en el mapa, somos una frontera, que aunque ahora está cerrada (ojalá se mantenga así) fue considerada por muchos años una de las fronteras más activas de América,  pero nunca dejamos de ser una simple ciudad de paso para los viajeros entre ambos países.

Somos una ciudad que solo se especializó en el comercio, actividad importante y a la que gran parte de los cucuteños le debemos mucho, ¿pero por qué nunca pensamos en crear una economía propia que aprovechara las ventajas de Colombia y de la frontera con Venezuela?,

¿Por qué cuando la ciudad vivió las bonanzas por el precio del bolívar y más recientemente con el famoso “CADIVI”, nadie se preocupó por crear industrias o empresas de servicios para diversificar la actividad económica de la ciudad con alternativas como el turismo?

Esas preguntas se me vienen a la cabeza por estas épocas, y por eso me gustaría saber por qué añoramos parecernos en su desarrollo económico, urbanístico y social a ciudades como Medellín, Cali o Bucaramanga, y terminamos votando y eligiendo como Yopal o La Guajira…

¡Que alguien me explique!