Esta fue la expresión que usó el empresario Luis Carlos Sarmiento, al dirigirse a los accionistas y empleados de su conglomerado económico, para indicarles de manera contundente la actitud que deben tomar ante los días que se avecinan para el país.
Pero debe ser también el mensaje para todos los colombianos. Remangarse es usualmente el término que se emplea para colocar las mangas de la camisa en disposición para el trabajo, pero según el diccionario de la Real Academia, es también la expresión que indica “tomar enérgicamente una resolución”.
Ambos significados caben para entender qué es lo que el país espera de sus ciudadanos económicamente activos, frente a un panorama mundial que golpea las economías con señales irrefutables.
Todos nuestros socios en el Continente, a excepción de Panamá, están creciendo por debajo de Colombia, y algunos como Venezuela, Brasil y Argentina padecen graves deterioros que los obligan a comportarse en medio de severas restricciones, lo que quiere decir que comprarán poco para no gastar sus menguadas divisas.
Pero además en Colombia, cada vez se siente más el impacto del precio del petróleo, que representa el 30% de los ingresos de la nación, cuando la cotización está por menos de la mitad de lo que estuvo apenas hace un año.
Y a esto se suma una devaluación del peso, que ya llega casi al 35%, lo que significa el deterioro del poder de compra de nuestra moneda.
Sumémosle a esto la fuga de capitales, para resguardarse en monedas más fuertes, impactando esta situación de manera negativa en la inversión y en el estímulo del desarrollo.
Frente a estas perspectivas, todas las empresas, y también el alto gobierno, tienen que entrar en plan choque para diseñar estrategias exitosas que atenúen estos impactos y para estimular la creatividad hacia nuevas acciones que permitan soportar la afectación de la crisis.
Es aquí en donde se pone a prueba la capacidad del talento y el nivel del esfuerzo a que están dispuestos a aportar todos los sectores implicados. No hay que esperar a que los indicadores nos sigan señalando dolorosos escenarios; hay que anticiparse a los acontecimientos redoblando esfuerzos, generando correctivos y creando escenarios nuevos para estimular desarrollos en donde nadie ha llegado a pensar. En las crisis es en donde se someten a prueba el talento y la capacidad de trabajo.
