La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Ruido en el socavón
Los mineros requieren una atención especial y tal vez no se le está brindando.
Sábado, 24 de Junio de 2017

Por alguna cercanía con los mineros, soy conocedor que se trata de muchachos que ingresaron al oficio porque no tuvieron otra oportunidad y en más de un caso se hicieron viejos desarrollando esa actividad. 

Le temen a la oscuridad, la humedad, la falta de oxígeno y al encierro. Llegan al sitio de la mina comenzando la semana y de allí se marchan el sábado, la paga es quincenal. 

Por los honorarios  que perciben es que quedan allí, esa cantidad no se la pueden ganar en otro arte u oficio, no obstante los riesgos. 

Con cierta regularidad llegan a los centros de salud con infecciones de la piel, en otras ocasiones cuando hay derrumbes con lesiones por aplastamiento de las rocas y los se quedan por muchos años pueden adquirir una enfermedad conocida como el pulmón del minero. 

Su trabajo, es un drama que vive a diario.  

Lo peor ocurrió otra vez. A esta hora se sabe que el resultado de la explosión es: ocho muertos cuyos cadáveres fueron recuperados, un herido grave con quemaduras fue trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos, hay cinco desaparecidos. 

El lugar de los hechos: una mina de carbón en Cucunubá, Cundinamarca. 

La causa: dentro del socavón se acumuló gas metano y se produjo una explosión que se extendió hasta una mina contigua con derrumbamiento de parte de su estructura y 14 mineros sufrieron sus consecuencias.

Esa es una historia que se ha repetido durante muchos años y casi todos los pueblos mineros de nuestra geografía han visto morir a sus habitantes en la minas. A esta hora otras familias lloran a sus muertos y  otros buscan a los desaparecidos con la esperanza de hallarlos con vida. 

Tragedias como esta no están lejos de nosotros puesto que muy cerca del casco urbano de Cúcuta hay minas de carbón, el mineral que abunda en  esta zona del país. 

Entre los sucesos trágicos se recuerda el de 2011 en Sardinata que produjo 21 muertes. Pero, ¿esa amarga lección habrá dado lugar a los correctivos necesarios para que la explotación del carbón sea una actividad segura y se han tenido en cuenta los correctivos que minimicen los riesgos? ¿Habrá también por estos lados  minería ilegal? Esto es peor porque no cumple con los requisitos mínimos exigidos por las autoridades reguladoras y escapan a cualquier control, lo cual como es obvio aumenta las posibilidades para los mineros de enfermar como consecuencia a la exposición e inhalación crónica de sustancias presentes en su ambiente de trabajo, así como también tienen una mayor probabilidad de accidentes graves, como el que estamos dando cuenta. 

La Agencia Nacional de Minería y ministerio del ramo deben estar atentos para vigilar y supervisar las actividades de este tipo consideradas de alto riesgo y propender porque no haya más accidentes fatales. 

Los mineros requieren una atención especial y tal vez no se le está brindando.

Temas del Día