Entre las promesas hechas por David Cameron, si ganaba las elecciones parlamentarias de 2015, estaba la de celebrar el referendo para determinar si Reino Unido debe retirarse o seguir haciendo parte de la Unión Europea (UE). Por esto, el próximo 23 de junio los británicos decidirán si se van o se quedan.
Francia y Alemania idearon la integración de los países europeos cinco años después de finalizar la segunda guerra mundial, con el fin de mantener la paz en un continente dividido. Reino Unido entró a formar parte en 1973 de la Comunidad Económica Europea (CEE) y tras el cambio de nombre por el de Unión Europea en 1993 mantuvo su vinculación. Desde sus inicios hasta ahora, ninguno de los 28 países miembros de esta unión política y económica se ha retirado, por esto, se considera que su salida será un duro golpe al proyecto europeo.
Mientras el mundo está a la expectativa de los resultados del próximo jueves, dos abreviaturas se han puesto de moda con respecto a la decisión de los británicos, Brexit y Bremain.Brexit se refiere a la decisión de salir: Britain (Gran Bretaña) y exit (salida), mientras Bremain significa quedarse: Britain y remain (permanecer).
Reino Unido ha sido quizá el que más exigencias ha hecho y el que menos ha aportado a la integración de la Unión Europea. En 1985, cuando se aprobó el acuerdoSchengen para abolir las fronteras interiores, no formó parte de los 26 países firmantes,además no adoptó el euro como moneda y prefirió dejar en circulación su poderosa libra esterlina, la segunda moneda más cara del mundo (1.40 dólares), después del dinar de Kuwaiti (3.34 dólares). Como si las anteriores exigencias fueran pocas, a principios de 2016 Cameron negoció nuevas condiciones especiales para el caso deque los británicos decidieran seguir en la UE.
Entre los británicos que desean quedarse haciendo parte de la Unión Europea están el primer ministro Cameron y 21 de los 25 miembros de su gobierno, en tanto que el partido conservador, al cual pertenece, ha mostrado neutralidad en el caso. Estados Unidos y Alemania encabezan la lista de los países que apoyan su permanencia.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Europeo (OCDE), si Reino Unido toma la decisión de retirarse,se producirá una caída del PIB en los países europeos con repercusión a nivel global. Ante la expectativa del impacto que esta eventual ruptura pueda producir en la economía global, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), no modificó la tasa de interés de referencia en la pasada reunión. La preocupación es mundial.