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Son sueños, son posibles si...
Por qué no hacer desde ya otro proceso de paz anti-corrupción que reúna como negociadores representantes del pueblo.
Viernes, 1 de Abril de 2016

Como pretender que la violencia armada en Colombia se acabe con las negociaciones y la firma de unos acuerdos de paz, que se adelantan en Cuba con las Farc, si se va a seguir con la peor de todas las violencias habidas y por haber, que es la de la corrupción, cuyo principal actor es el actual gobierno corrupto como los anteriores desde hace varias décadas, que sin clemencia ni piedad han venido desangrando al país, y llenando de odio y resentimiento al grueso de la población pobre, manoseada frustrada y por ende cansada de ver como se han robado los dineros que hoy deberían tener a Colombia como un país desarrollado, rico, con oportunidades para todos, especialmente por la enorme cantidad y calidad de  recursos naturales que la madre naturaleza nos dio,  con un respeto internacional real en todos los confines del planeta, con una infraestructura de servicios públicos más que aceptable en todas las ciudades, pueblos y veredas de la geografía nacional, donde cada familia colombiana tuviera una vivienda digna, un trabajo, acceso a una educación nueva, a parques y lugares sanos para la recreación de niños, adultos y ancianos venerables,  donde el arte y el deporte a todo nivel sean la gran medicina para el alma y lo más digno y bello que tengamos para admirar,  con una imagen positiva a todo nivel entre propios y extraños, en donde la educación y los sistemas de salud pública fueran emulados por muchas otras naciones, donde el índice de delincuencia común sería el menor en toda América Latina, de manera que a muchos organismos y  asociaciones internacionales les provocara venir a hacer sus congresos y reuniones en cualquiera de las 500 ciudades bellas y aptas que pueden servir para tal fin (esta ha sido la principal estrategia de Cuba, desde hace unos 45 años al construir en la Habana, el gran Palacio de las Convenciones, donde se viene adelantando el proceso de paz, captando muy buenos dividendos en los miles de eventos internacionales de todo tipo que allí se han realizado con éxito, y vendiendo una imagen cordial y pacífica de los cubanos).  

Por qué no hacer desde ya otro proceso paralelo de paz anti-corrupción que reúna como negociadores representantes del pueblo a unos cuantos ciudadanos ilustres y verracos, de comprobada honorabilidad como Antanas Mokus, Juanes, Yamid Amat, el Mamo principal de los Coguis…no sé, pienso que hay muchos personajes  no politiqueros ni miembros del gobierno, que no han sido cuestionados por ladrones del erario público, ni por lambones, cizañeros ni hipócritas falsos mentirosos vestidos de ovejas. En la otra esquina de la mesa estarán los corruptos (una minoría desquiciada) asistida por los más despiadados y putrefactos manejadores del poder político y público representando a sus obsoletos partidos políticos.

Y en el centro de la mesa se sentarán los árbitros, constituidos por el más selecto grupo de notables internacionales de reconocida ética y honestidad como el papa Francisco, el Dalai Lama, el ex presidente del Uruguay  José Pepe Mujica, y…… quienes tendrán la delicada misión de no dejar que con carretas baratas y falsas justifiquen las acciones de los vándalos, imponer justicia inmediata para no dilatar la conclusión de acuerdos que tienen que empezar con   la concientización de los políticos para hacer que todos los de su mafia devuelvan a las arcas del Estado todas las propiedades y dineros que hayan logrado sustraer a través de trucos y patrañas jurídicas, haciendo un barrido minucioso por lo menos de los últimos 30 años, so pena que quien no cumpla esta nueva y suprema Ley Nacional será enviado al calabozo por lo menos por  25 años, sin derecho a ninguna concepción. Con ese recaudo, comenzar a construir cárceles para entremezclarlos con delincuentes comunes de todo tipo, sin privilegios de patios para nadie, para que todos los corruptos y delincuentes de saco y corbata aprendan que finalmente son iguales o peores a cualquiera de ellos en carne y hueso, pero más grave es el daño que les ha hecho a sus familias, a sus barrios miserables por promesas incumplidas, a  sus comunidades abandonadas porque allá no llegaban dineros para obras sino chichiguas que sus subalternos envolataban hacia sus bolsillos, y en general a su Colombia del alma que llora despedazada todos los días por los vejámenes a los que la someten toda esa manada de bárbaros y corruptos que no merecen compasión.

Dios quiera que esta semana de Pascua sea el trampolín justo para la reconciliación y la instauración de este nuevo proceso de paz anti-corrupción. Soñar si cuesta mucho…pero vale la pena.

Muchas gracias.                  

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