¿Qué es el bien común? Creo que es el patrimonio más colegiado de todos, el más natural, el que determina las condiciones de la convivencia: porque la sociedad es algo así como una gran persona multiplicada, que debe cuidar sus valores y darse a la brega de crecer en consonancia con el fin maravilloso de establecer los fundamentos del bienestar de los ciudadanos.
Lo lamentable es que ese ideal se tergiversó y acabó adaptándose a la conveniencia de los más fuertes, relegando al olvido la concepción solidaria, la satisfacción de las necesidades básicas de todos, la voluntad común de unas normas horizontales, de consenso, pluralistas, sin ese dejo desafiante y oprobioso de la estructura vertical que va de los ricos hacia abajo, lesionando el derecho a la vida colectiva.
Deberíamos comenzar por editar una nueva ética política, por reconocer que lo actual es denigrante, que debe basarse en un discurso ideológico, suficiente, para definir la primacía de la heredad colectiva del ser humano, de la preponderancia de la persona sobre el capital: una ética política que se centre en el bien común, que interprete el sueño de libertad de los ciudadanos decentes.
Porque la sociología dejó de ser una ciencia romántica; se relegó toda su responsabilidad de estar al frente del proyecto colectivo de dignificar el estudio de lo corporativo. Y dejó de serlo por el modo como se manejan los asuntos políticos, sin aquella dignidad intelectual que inspiraba a mejorar la realidad comunitaria con la hidalguía de la razón y, no, con el usufructo de medios económicos.
La falta de armonía social, la siempre creciente brecha, creada por los intereses de los poderosos, y la carencia de humanismo, son ahora el marco de referencia de los sistemas, únicamente, partidarios.
Se olvidó que había algo denominado bien común, tan valioso, que debía ser compartido por todos, sin divisiones de clases, sin antagonismo de intereses, por campesinos, obreros, indígenas, y familias de aquellas simples que amaban el contexto sencillo de estar en comunión con su ideal de ser el seno de la paz.
