Quisiera escribir esta columna rescatando, en primer lugar, lo positivo que por estos días encontramos en Cúcuta, y más en un día como hoy en el que las madres merecen que se les hable de cosas gratas. La administración municipal ha pavimentado algunas calles y desde luego que esa labor es positiva, aunque esa no debería ser exclusivamente un programa de gobierno porque la malla vial es una necesidad permanente para una ciudad. Igualmente se ha visto por estos días despliegue policivo para rescatar el espacio público; no sé a dónde traten de reacomodar a los vendedores, pero es un esfuerzo que de todos modos se hace de parte de la autoridad y está bien, aunque da la impresión que es una tarea a nunca acabar porque algo me dice que los sacan de la sexta, y los informales se van a la séptima. Pero bueno, es rescatable. Hay alguna otra cosa, se le ocurre algo positivo que merezca ser mencionado? Sí claro, ya se me ocurre otra, la obra que se inició por estos días que le da continuidad a la autopista de Atalaya, aunque tengo la impresión que eso ya es del área metropolitana pero aun así, vale, eso está bien.
Bueno, y ahora me reúno con unos amigos y les hago la misma pregunta a ver qué opinan. Uno de ellos con toda razón me recuerda la clínica Duarte sobre la avenida Libertadores que le da una buena perspectiva a la zona y abre otro espacio que presta servicios médicos en la ciudad. Otra, por estos días se inaugura el hotel Holiday Inn, que le da un aire a Cúcuta de ciudad capital y de negocios. Bueno hasta ahí las cosas van bien, porque de ahí para adelante no es mucho lo que se pueda decir. Hasta aquí llegó el regalo de día de las madres y que lástima que las cosas positivas no alcancen para una columna, porque por ejemplo cada vez ir al centro de la ciudad es un caos por todo lo que sabemos y ya se ha escrito. Pero como si eso no fuera suficiente, que a estas alturas de la administración, para tratar de solucionar el caos de la semaforización la firma que ganó la licitación haya bajado de google unas fotos de hace tres o cuatro años, y así haya ganado la licitación, en un engaño consentido por la autoridad, es
la peor demostración de que aquí en Cúcuta cualquiera hace lo que se le da la gana e incluso en los temas más críticos de ciudad.
Con esta evidencia que muestra lastimosamente la manera ligera e irresponsable como se pretende manejar el tema de la semaforización, no solo deja en entredicho cualquier acción positiva que se haga en la ciudad, pues una ciudad puede estar pavimentada, pero sin semáforos, es como estrenar vestido pero con los zapatos rotos. Por estos días se hacía una referencia en el editorial de este periódico a las obras que sigue haciendo Bucaramanga que la hace cada vez más pujante y muestra su desarrollo, garantizando durante otros 50 años el suministro de agua. Hacia la próxima administración quedan temas que se han vuelto crónicos en la ciudad, como por ejemplo la terminal de transportes, el desorden y caos de zonas como sucede por ejemplo en el barrio la Merced, la informalidad que ya se instaló en el anillo vial occidental; qué podemos hacer realmente frente al desempleo en un medio en las que las bandas criminales campean. Muchas tareas pendientes que hay que identificar y asumir la forma de solucionarlas, sólo es
perando que su análisis no se haga otra vez bajando estudios desuetos de google.
