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Cúcuta
Los Faroles será el más hermoso túnel natural de Cúcuta
En la vía se implementarán por primera vez todas las normas técnicas y de urbanismo.
Sábado, 1 de Agosto de 2015

Caminar por la calle de Los Faroles siempre ha sido una sensación fascinante. Lo han dicho todos los que por vez primera transitaron por la paradisiaca vía, los turistas y, por supuesto, los vecinos que han vivido bajo la cálida sombra de ese maravilloso túnel natural que forman los 430 árboles que hay allí sembrados.

La vía forma parte de la prolongación de la calle 1 del barrio Lleras, que atraviesa barrios como Ceiba, Quinta Oriental y Guaimaral hasta estrellarse con la Universidad Francisco de Paula Santander.

El bonito paisaje que ofrece la vía, en pleno abandono por el olvido al que ha estado sometida por los gobiernos de turno, está camino de convertirse en una gran autopista en la que estarán integrados todos los elementos del urbanismo moderno.

El proyecto, que ya está bastante avanzado  y que lideran la Universidad Francisco de Paula Santander, por intermedio de su facultad de arquitectura, la Cámara Colombiana de la Construcción Cúcuta Nororiente, la alcaldía y la Comisión Regional de Competitividad, busca convertir la vía en un ícono turístico de los cucuteños, aprovechando la bondad del follaje verde del que está dotada.

El objetivo es recuperar el emblemático paso, sin tener que erradicar su principal riqueza: los árboles, incluyendo en esa transformación el cambio de andenes, el separador y todo el mobiliario urbano que se requiere, dijo el arquitecto José Alfredo Suárez, coordinador del proyecto.

En esta tarea de proyectar los diseños de la nueva cara que tendrá la vía estuvieron al frente  los estudiantes de arquitectura, Héctor Enrique Páez y Mildred Karime Cárdenas.

Ellos profundizaron en un minucioso estudio que los llevó a auscultar los más recónditos secretos de Los Faroles, desde el estado de los 430 árboles que tiene sembrados, hasta de los  tramos en los que más se sufre por culpa de la contaminación auditiva.

Son más de 1.300 metros de recurrido que tiene la vía que fue construida a inicios de la década del setenta.

Aunque aún no se tiene definido un presupuesto global de lo que demandaría la intervención plena de Los Faroles, Jorge Joya, director de urbanismo de Planeación Municipal, considera que los trabajos demandarían no menos de $1.400 millones. Para la sola recuperación del separador se necesitaría unos 400 millones de pesos.

Los Faroles atrapa, cautiva y enamora a la vista, dicen quienes han experimentado el paso por la vía de 11.400 metros cuadrados, 8.750 metros cuadrados de andenes y 2.180 metros cuadrados de separador.

La materia prima que se requiere para su transformación la aportará la alcaldía y corresponde a materias primas de la región. 

En el proyecto, según Suárez, se aplicarán por primera vez todas las normas de urbanismo que están contempladas en el proyecto del manual del espacio público, lo que quiere decir que más que una vía para que circulen los carros, Cúcuta contará con espacios para que la gente se movilice con todas las garantías de seguridad, dijo el profesional.

El estudio y los diseños están definidos y solo resta el envión final que debe dar la alcaldía.

Se espera que el próximo año despeguen en forma los trabajos, para tener una avenida acorde con las exigencias de competitividad y accesibilidad que demanda la ciudad.

El arquitecto Ramiro Vargas, otro de los coor-dinadores del proyecto, explicó que los problemas que presenta la vía en la actualidad corresponden al dete-rioro del separador, el desgaste de los andenes, por el natural tráfico peatonal y por la acción del crecimiento raicular de los árboles.

Los árboles tienen más de 30 años de sembrados.

Los árboles

El proyecto de remodelación de Los Faroles no contempla una masacre de árboles, de ninguna manera, dijo José Alfredo Suárez, docente de la escuela de arquitectura de la UFPS y uno de los coordinadores de la iniciativa junto al también arquitecto Ramiro Vargas.

El profesional aclaró que de la estructura arbórea se hizo un estudio profundo, se analizó su estado, si presentaban problemas y se tiene también elaborado un plan de recuperación para aquellos que presenten problemas o enfermedades.

Salvo en aquellos casos en los que no se pueda hacer nada y previa certificación de la autoridad ambiental, se procederá a reemplazar, porque la idea es sembrar muchos más árboles de los que hoy están sembrados, se calcula que la cifra total llegue a los 470, dijo Suárez.

De acuerdo con Evaristo Carvajal, decano de la facultad de ciencias agrarias de la UFPS, inicialmente se deben caracterizar cada uno de los árboles.

Hay algunos en edad adulta que deben ser preservados, pero también hay algunas especies que están haciendo mucho daño, no solo al separador sino al resto de árboles.

Carvajal recomendó que en caso de tener que reemplazar especies se debe hacer con aquellas nativas de la región, menos con la llamada chiminango, debido a que su sistema raicular es superficial.

Es recomendable sembrar árboles florales, como el palosanto, el mirto o la azucena, que no afectan la carpeta de rodadura.

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