Los habitantes del casco urbano de Sardinata están, por segunda vez este año, sin agua.
El motivo es la reducción del caudal de la quebrada La Volcana, así como de la quebrada Pailitas, fuente alterna de abastecimiento.
Anelfi Balaguera, coordinador departamental de gestión del riesgo, explicó que la emergencia se está atendiendo con un carrotanque que transporta cerca de 72 mil litros diarios.
Así mismo, se ejecuta un plan de contingencia para mejorar la presión del agua en la planta potabilizadora.
En la zona se están moviendo, en cada viaje, entre 18 mil y 18 mil 500 litros de agua para los barrios La Pesa, El Llano, Bellavista y La Perla.
La escasez del preciado líquido afecta más de 300 familias que solo tuvieron agua entre marzo y mayo, cuando algunas lluvias aliviaron la sequía.
De acuerdo con Balaguera, no solo es la ausencia de lluvias la que ocasiona el desabastecimiento, sino también la deforestación masiva y la falta de bosque protector en las quebradas.
El funcionario señaló aademás que la ganadería extensiva es otra de las causas de la crisis.
“Las condiciones de las quebradas son críticas, pero llama la atención que son zonas limpias, con un agua de buena calidad que requiere acciones mínimas de potabilización”, expresó.
Sergio Rolón Peñaranda, coordinador de gestión del riesgo de Sardinata, comentó que el impacto del fenómeno de El Niño es devastador.
La única solución para este problema es la identificación y construcción de una nueva captación y un sistema de aducción, que permita el suministro constante de agua.
Francisco Bermont, secretario de Aguas del departamento, comentó que en los proyectos que podrían gestionarse con recursos del posconflicto hay una iniciativa para atender a Sardinata, y otros municipios de Catatumbo.
Sin embargo, advirtió que Sardinata aún no está en el Plan Departamental de Aguas, el cual facilita la gestión de recursos para la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento básico.
De otro lado, Balaguera dijo que La Playa de Belén y Durania son otros sectores críticos.
En el caso de Durania, el sector de Hato Viejo continúa teniendo inconvenientes porque las quebradas tampoco llevan suficiente caudal.
Allí, tal como se hizo terminando 2015 y a principio de este año, se está utilizando una motobomba, en tanto que algunos de los pobladores se proveen por sí mismos.
En La Playa, un sector tradicionalmente árido, la Gobernación también atiende la emergencia, pero se llamó la atención sobre el trabajo de las alcaldías para solucionar definitivamente estos problemas.
La Opinión
