Una pareja se resquebraja, un joven quiere regresar a su país para conocer a su nuevo amor virtual, una mujer anhela emprender el viaje de sus sueños, una chica decide confrontar al hombre que le ha partido el corazón a su hermanita, un padre abatido hace lo posible por descubrir la causa que movió a su pequeña a quitarse la vida.
Estos personajes replantean sus experiencias vitales a partir de un descubrimiento: alguien entró a sus vidas desde el Messenger y les desordenó sus convicciones.
‘El último donjuán’, devuelve la imagen de un espejo iluminado, que son los seres humanos frente a sus obsesiones, frustraciones y deseos proyectados.
“¿Hay una persona que nos seduce mientras toma forma en la pantalla que leemos, o es más bien nuestro cerebro el que nos tiende una trampa y nos transforma?”, dice Andrés Mauricio Muñoz, autor de ‘El último donjuán’.
Él, despliega una precisión estilística capaz de enarbolar voces y sicologías muy diversas siempre desde la intimidad y el desnudo.
El autor ha sido ganador de varios premios literarios de cuento en Colombia y con esta, su primera novela, demuestra por qué había sido hasta ahora uno de los secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana.
Andrés Mauricio Muñoz nació en Popayán, en 1974. Fue ganador de los concursos nacionales de cuento Libros y Letras, en 2006; Premio Literario de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, en 2007.
Su libro de cuentos ‘Desasosiegos menores’, fue Premio Nacional de Cuento UIS 2010.
Sobre El último donjuán
En este mundo en que el relato avanza con un lenguaje asistido por la gracia y la fluidez, el autor, sin ceder a la cosificación, revela un drama humano en el cual parecen insuperables la soledad, el fracaso de la comunicación y un sentimiento de inseguridad y amenaza que impregna la vida.
El escritor, Juan Esteban Constaín, al referirse a la obra dice que “Andrés Mauricio Muñoz es quizás el mejor narrador de mi generación. Esta novela, por lo menos, lo demuestra con belleza y maestría”.
“En los albores del siglo XXI vivimos en un mundo en el que no sabemos dónde termina lo virtual y dónde comienza esa realidad que muestra sus garras en El último donjuán. Acaso el amor y la muerte esperan detrás de un chat”, dijo Luis H. Aristizábal.
