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50 años del título en baloncesto para Norte de Santander

En la cancha Toto Hernández, en 1965, el equipo departamental logró el campeonato frente a San Andrés.

El 18 de julio fue la fiesta del reencuentro con la alegría y los recuerdos. Se conmemoraron los primeros 50 años de haber conseguido Norte de Santander el primer título nacional del baloncesto. El apreciado honor se consiguió en forma anticipada el 3 de julio, frente a San Andrés.

Fue en el octavo nacional juvenil y el escenario la cancha Toto Hernández. En 1965, el escenario era descubierto y las inclemencias del clima obligaban a variar el calendario de un certamen. En esta oportunidad, la lluvia no fue un obstáculo y los que podían llegar lo hicieron.

De ese quinteto de 12 jugadores, solo  llegaron nueve, con una mente que no tiene tinieblas y que recuerdan, como si fuera ayer, el día de la conquista y otros instantes de la vida.

Y al lado de ellos, el presidente de la liga de la época Manuel Díaz Quintero, quien había sucedido a Carlos Rangel y las madrinas Marina Castro y Nora Esperanza Ángel, la vecina de la cancha; los asistentes ‘extras’ Vinicio Esquivel, Álvaro ‘Flecho’ Hernández, Hernán ‘Pipo’ Gómez y Alfredo Díaz Calderón, luchadores por la unión de los basquetbolistas.

Los hermanos Said Fernando y Jesús Ricardo Lamk y Adolfo Fernández, quienes no acudieron, tuvieron una gran razón para no hacerlo, se fueron a cumplir la cita que todos tenemos que cumplir. Otros, que por la misma razón no asistieron fueron  el entrenador, Erasmo Hernandez, los asistentes Wilber Daw  y Otto Hernández; el preparador físico, Juan José Clavijo; el quinesiólogo, Lauro Rodriguez  y el auxiliar,  Carlos ‘Fosforito’ Castro.

El 4 de julio se disputó último partido contra Antioquia, pero ya el resultado no importaba;  en todo caso la escuadra rojinegra se impuso (66-38).  

Otras fechas

El encuentro sirvió para recordar que hace 70 años, en agosto de 1955, se disputó en Pamplona el primer intercolegiado departamental y el campeón fue el Sagrado Corazón con una nómina que incluyó a  Eduardo Jácome, Carlos Rangel, Carlos Celis Carrillo, David Darío Porras y Alfredo Díaz Calderón.

También se revivió que, hace 60 años, se jugó, en agosto en Cúcuta el XVI Sudamericano de mayores y primero juvenil, que hicieron posible que la ciudad fuera llamada la capital basquetera de Colombia. El presidente de la liga y del comité organizador, fue Eustorgio Colmenares Baptista.

En el combinado mayor estuvieron los locales Alfredo y Carlos Díaz, Antonio ‘Mico’ Soler y David Morantes y en el juvenil Roque Peñaloza, Hernán Gómez, Juan de Dios Joves y Gustavo Martínez Badillo.  

Fue la primera y la última vez que un país hizo ambos certámenes en forma simultánea. Ante la cantidad de deportistas y la falta de hoteles de primera categoría, se utilizaron las instalaciones de la Clínica Barco, que no había sido inaugurada, y del aeropuerto de Lanza, que había dejado de ‘volar’.

Los 50 años del título

La organización del torneo estuvo a cargo de Manuel Díaz Quintero, Erasmo Hernández  y Raúl Fernández quienes buscaron dar comodidad a las delegaciones participantes y un premio a los jugadores locales, en el caso de salir campeones, como al final ocurrió.

Díaz Quintero, bachiller del Sagrado Corazón y bacteriólogo, quien fue presidente de la Liga durante 15 años; fue también dirigente principal de las ligas de Atletismo y Bolo americano.

Bajo la presidencia de Díaz Quintero el baloncesto salió ganador en los nacionales juveniles de Neiva, Medellín y Cúcuta.

Gracias a esa previsión se les entregaron a los jugadores $100 de premio por derrotar a San Andrés en el compromiso que definió el título y un vestido completo de Valher en acto que se efectuó en el Restaurant Don M.

“Terminé con dos vestidos, no me acuerdo quien nos regaló el segundo; y otros dos por ganar el nacional de mayores en Manizales, con los que estudié en Bogotá”, recordó ‘Cundo’ Morales.  “Cuando mi hermano Orlando se fue a estudiar a Bogotá le alquilaba un traje”, agregó.

Sagrado corazón, la base

El quinteto que consiguió el título tenía seis jugadores del Sagrado Corazón de Jesús; dos, de la Salle y del Salesiano y uno del Calasanz y otro del Municipal.

Del Sagrado eran Carlos ‘Macana’ Rivera, Gastón ‘Tumbalocas’ Bermúdez, Hernando Yepes, Jesús y Said Lamk y Fernando ‘Cundo’ Morales.

De la Salle, Adolfo Fernández y Oscar Chaustre; del Salesiano, Augusto y Fernando Fernández; del Municipal, Víctor ‘Jara’ Ramírez y del Calasanz, Álvaro Villalobos.

La formación titular era Bermúdez, Yepes, Morales y Jesús y Said Lamk. El primer cambio era Rivera.

Recuerdos y  razones

Tras el reconocimiento a Manuel Díaz Quintero, en el coliseo Toto Hernández, y el homenaje a los desaparecidos con un oficio religioso en la catedral San José de Cúcuta, donde estuvieron sus familiares, el grupo se fue al restaurante Rodizio a la parte social.

Tras el ofrecimiento de Carlos Rivera, se dio paso al raudal de recuerdos.

‘Cundo’ Morales trajo a colación que tuvo un amigo en Carora, papá de un basquetbolista,  que le gustaba tomarse sus tragos con  él  porque no se quedaba dormido.

Un buen día, se acabaron las botellas y se fue con uno de sus hijos a comprar licor en la Terminal de Transportes y de regreso  le salieron al paso unos ladrones y él les dijo que se podían llevar todo menos las botellas y los amigos de los ajeno cumplieron su deseo. “Buenos ladrones”, comentó atrás relatar el acontecimiento.

‘Tumbalocas’ Bermúdez, no se quedó atrás y relató que el día que jugaron el partido con San Andrés, donde se definió el título, los amigos de La Playa se ubicaron con caucheras y piedras pequeñas en cada arco para fastidiar a los de la isla, al momento de lanzar o salir a defender. Los hermanos Forero, Fabio y Armando, quienes estuvieron en esa confrontación, fueron invitados especiales.

‘Macana’ Rivera trajo a colación las vivencias de estudiantes en Bogotá cuando compartían apartamento con  Roberto ‘Pipa’ Fuentes.

“Era el único que tenía un gabán; era todo un espectáculo su preparación para salir de la casa y más cuando era de juega. Como sabíamos que era demorado, nunca nos molestó, pero gozábamos con su estilo”.

Fernando Fernández, hermano del ‘Carajote’ mayor, Raúl,  le preguntó a la madrina Nora Esperanza Ángel porque nunca le había prestado atención a ninguno de los integrantes del equipo y ella muy franca, contestó ‘que eran unos muchachos y no se podía esperar nada bueno’.

Augusto Fernández dijo que siempre tuvo una inquietud sobre la profesión de Hernando Yepes. “Me habían que era cirujano y un buen día me lo encontré y le pregunté de donde venía y me dijo que venía de hacer 30 piscinas y quedé en el limbo porque no supe si era médico o ingeniero. Después me enteré que Hernando (Yepes) era aún un buen deportista y le gustaba nadar”.

En ese Torre de Babel de murmullos se confirmó que Álvaro Villalobos, quien vive en Bogotá desde hace 30 años, y  Víctor Ramírez fueron los más callados, pero si los más atentos a los comentarios de sus amigos.

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Pedro Jáuregui
Sábado, 25 de Julio de 2015
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