Agobiados tras siete meses de cierre de fronteras y sin posibilidades de generar ingresos, los transportadores de carga internacional, operadores aduaneros y comerciantes de Ureña y San Antonio, se reunieron para buscar soluciones a la problemática.
Pablo Emilio Chacón, representante de los transportadores de carga pesada, explicó que el cierre de fronteras no sólo ha acabado con el comercio formal, sino que ha potenciado las trochas como todo un entramado para la movilización de mercancías de todo tipo. “Por las trochas pasan hasta armas”, dijo con impotencia.
“Ahora la economía de la frontera se rige por las trochas. Aquí el comercio se acabó. El gobierno venezolano no entiende que para nosotros esta frontera es como el río o el mar para un pescador, de ella obtenemos nuestro sustento, y al cerrarla nos ha cerrado nuestra única fuente de ingresos, pero las sociedades son dinámicas, y al cerrarse los caminos naturales para el comercio legal, que son los puentes internacionales, entonces se potencia el comercio ilegal a través de las trochas”, agregó.
Aseguró que sólo en los ramos vinculados al comercio binacional hay más de 3.500 familias afectadas, “las pérdidas son incalculables, hay unos 800 vehículos paralizados solo en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, además de unas 3.500 familias que se han quedado sin sustento”.
Bajo la mirada militar
El vocero asegura que en toda la zona se ha desvanecido el concepto de mercado formal y lo que impera es el “mercado de trocha”. “Aquí todo el que necesita un repuesto, una medicina y hasta papel de baño, recurre a la trocha. Fuera de los caminos verdes todos los productos se comercializan a precio de trocha”, dijo al tiempo de afirmar que de continuar esta situación, “así se abra la frontera algún día el comercio de trocha va a quedar institucionalizado en toda esta zona y no se va a poder borrar”.
Exhorta al gobierno venezolano a buscar mecanismos expeditos para reabrir la frontera, pues si con el cierre de frontera se pretendía eliminar el contrabando, se ha logrado el efecto contrario, pues se ha tejido toda una red articulada que permite el paso de diversos tipos y volúmenes de mercancías por los pasos ilegales.
Refiriéndose a las autoridades venezolanas aseguró que “ni el mismo gobierno alcanza a imaginar que tanto está pasando por esas trochas; están pasando hasta armas y el gobierno está haciéndose de la vista gorda y eso es grave porque todo esto está pasando ante la mirada de los militares”.
