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En Norte hay 200 predios en zona de riesgo por aftosa

La confirmación del brote del virus en San Faustino, por parte del ICA, llevó a declarar cuarentena.

La aparición de un nuevo foco de fiebre aftosa en Norte de Santander es como la muerte de Santiago Nasar, algo que todo el mundo sabía que iba a pasar pero que nadie pudo o quiso hacer nada para detenerlo, tal como pasó en la historia que muy bien contó Gabriel García Márquez en ‘Crónica de una muerte anunciada’.

Este martes, a las 10 de la mañana, tras cuatro días de zozobra, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) hizo pública una noticia que muchos conocían y se presumía se conocería el día anterior: El país tenía dos nuevos casos de fiebre aftosa, uno de ellos en San Faustino (corregimiento de Cúcuta) y el otro en Tibacuy (Cundinamarca).

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Con estos dos nuevos casos, el país completa cuatro alarmas por la fiebre en menos de 30 días, lo que indudablemente tiene preocupado al sector ganadero del país.

Las reses, según explicó el gerente general de la autoridad sanitaria, Luis Humberto Martínez, hacen parte del mercado de contrabando que llega desde Venezuela y que normalmente se mueve por este sector de la región.

Según el comandante de la Policía Fiscal y Aduanera, coronel William Valero, “San Faustino es un corredor de contrabando y tanto mercancías como animales son ingresados por trochas o en embarcaciones pequeñas a través del río”. 

Dijo además el oficial que “las fincas de esta zona, comparten tierra de Venezuela y de Colombia simultáneamente, lo que facilita el tránsito de animales”.

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Las consecuencias de este hecho en el departamento no se hicieron esperar. 

La primera determinación de la autoridad sanitaria fue declarar en cuarentena la finca El Rosal, en la vereda Llano Seco del corregimiento, de donde salieron los animales con destino a Chinácota.

Las 16 reses, que iban en el vehículo fueron regresadas en el mismo automotor hacia la finca y hoy serán sacrificadas, junto a otras 20 que estaban el lugar, para evitar la propagación del foco de aftosa. 

Aunque solo dos de los animales presentaban síntomas del virus, todas las que tuvieron contacto con ellas deben sufrir el mismo procedimiento para evitar los riesgos de contagio, comentó el gerente regional del ICA, Carlos Hernández.

La segunda decisión de la entidad es un cerramiento sanitario, algo así como bloqueo, que se extiende a un perímetro de 10 kilómetros que se extiende hasta Cúcuta y el corregimiento de Agua Clara. Es decir, que los cerca de 200 predios ganaderos que hay en esta zona, no podrán mover ni negociar ningún animal de pezuña hendida: Bovinos, caprinos, ovinos y búfalos. 

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El nuevo brote de aftosa en Norte de Santander también evita que los ganaderos de los 29 municipios del departamento que conforman la zona de protección especial contra la aftosa, puedan vender algún animal hacia el interior del país.

Por esta medida, el frigorífico de Friogán dejará de vender las 300 reses de carne en canal que diariamente está enviando hacia el interior del país.

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Jorge Andrés Ríos Tangua
Martes, 18 de Julio de 2017
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