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Lechuga de Mutiscua se prepara para llegar al exterior

El mayor problema al momento de entrar al mercado internacional es la capacidad de producción.

El sueño de exportar de los agricultores de Mutiscua empezó hace más de ocho años cuando los requisitos para entrar al mercado internacional no eran tan exigentes como lo son ahora.

En ese entonces, los productores lograron enviar a Aruba, Bonaire y Curasao una producción significativa de lechuga, que hoy no es suficiente para los volúmenes requeridos.

“Hace algunos años nosotros tuvimos la oportunidad de exportar todos nuestros productos a través de una comercializadora hacia las Antillas neerlandesas”, explicó Marina

Pabón, expresidenta de la Asociación de Agricultores de Mutiscua (Asoagrimutis).

Según Pabón, no era una gran cantidad de productos, pues la comercializadora se abastecía de otros municipios de Colombia. 

Este año, Asoagrimutis quiso recuperar sus ventas al exterior,  pero no obtuvo éxito, pues, entre otras razones, la capacidad de producción no alcanzaba los mínimos establecidos.

Esta vez quisieron apostarle a la lechuga, por ser la planta más importante del grupo de las hortalizas de hoja y ser ampliamente conocida en todos los países del mundo.

Además, es una de las hortalizas que más se produce en Mutiscua y más facilidades de cultivo ofrecen.

Sin embargo, la tarea de exportación es mucho más difícil de lo que parece.

“No pudimos concretar el negocio porque la cantidad no nos daba para exportar, normalmente producimos 200 cajas, que equivalen a 2.400 lechugas y no eran suficientes”.

La cantidad requerida por la comercializadora eran 20 toneladas a la semana; lo que se produce hoy llega a las 10 toneladas. 

Piedras en el camino

Según Pabón, el mayor problema al momento de entrar al mercado internacional es la capacidad de producción.

El reto es aún mayor en Asoagromutis, pues la mayoría de los productores cuentan con fincas que tienen muy poca capacidad para cultivar.

En ese sentido, y con la ayuda de la Asociación Hortofrutícola de Colombia (Asohofrucol), la solución a este problema es incentivar a más agricultores del municipio a unirse a Asoagromutis.

Otro de los grandes inconvenientes que limita la tarea exportadora es tener que pagar costos adicionales en transporte para llevar los productos hasta la comercializadora.

“El hecho de que tengamos que pagar transporte para llevar los productos a las comercializadoras es otra gran dificultad que tenemos por no contar con una empresa propia en el departamento”, dijo.

Además, las Buenas Prácticas Agrícolas, certificadas por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), siguen siendo una cultura nueva en muchos agricultores.

Según Pabón, las semillas que se consiguen en el territorio colombiano no son de la misma calidad que tienen las importadas, que además, son más difíciles de conseguir.

Para Adriana Rincón, productora de Asoagrimutis, otro de los grandes problemas que representa  exportar a través de intermediarios consiste en que las comercializadoras muchas veces no pagan los precios justos a los agricultores.

Rincón explicó que actualmente la asociación tiene un convenio con los supermercados de Cúcuta para comercializar una parte de la producción y no acarrear pérdidas.

Adicionalmente, cada productor tiene sus clientes en el mismo municipio o en otros lugares a los que le puede vender el resto de producto.

Además de lechuga, Asoagrimutis produce puerro, perejil, remolacha, papa, entre otras hortalizas líderes en la agricultura nortesantandereana.

La gran despensa 

Maribel Cárdenas, líder de la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), en Norte de Santander, explicó que aunque en Ocaña también se produce lechuga, las condiciones climáticas de Mutiscua hacen que este municipio sea la despensa más grande en hortalizas que tiene Norte de Santander.

Cárdenas explicó que a pesar de haber fracasado en el intento de exportar este año, los productores están haciendo todo lo posible por lograr su objetivo y entrar al mercado estadounidense y de las islas del Caribe.

Para eso, dijo que haciendo la reprogramación de la siembra con el fin de aumentar los volúmenes de ventas.

El cultivo 

Actualmente, los productores de Mutiscua trabajan dos variedades de lechuga: crespa y batavia.

En el caso de la lechuga crespa se pueden implementar dos modalidades de cultivos, a cielo abierto y a través de invernaderos.

Pabón explicó que sembrar a través de invernaderos requiere más costos, pero ofrece mayor calidad que la que se produce a cielo abierto.

La lechuga batavia es más fácil de cultivar pues siempre se hace a la intemperie.

Sin embargo, a pesar de sus facilidades, el cambio climático ha empezado a sentirse en Mutiscua haciendo que no se produzca de la misma forma y afectando los cultivos.

Luego de cada cosecha de lechuga se debe rotar de cultivo para evitar enfermedades fitosanitarias y no acabar con las propiedades del suelo.

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Katherine Villamizar Leal
Miércoles, 12 de Septiembre de 2018
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