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El paquetazo

Medio billón de pesos se dice fácil, pero para los contribuyentes pagarlo en 15 años no parece cosa de sonreír.

En otras circunstancias, el que pasó debió ser un fin de semana de mucha preocupación para los cucuteños. Pero el secretismo en el que el Concejo adopta algunas decisiones impidió que los ciudadanos, en especial los contribuyentes, se enteraron de la manera como les metieron la mano al bolsillo.

Durante los próximos 15 años —teóricamente a partir de ya—, los cucuteños que aportan al fisco tendrán que vérselas como puedan para pagar medio billón de pesos. En realidad son 495 mil millones de pesos, pero por más de la mitad de ese dinero habrá que pagar intereses...

En la sesión del sábado, 18 concejales aprobaron proyectos de la Alcaldía: uno, por 260 mil millones de pesos correspondiente al pago de valorización para financiar algunas soluciones viales, y otro, por 235 mil millones, de un empréstito, que permitirá que un paquete de 21 megaobras enfocadas en el turismo se haga realidad (parques, sede de la alcaldía, andenes, y hasta  un parque de atracciones mecánicas…).

Con este paquetazo, es comprensible la silenciosa actuación de la Alcaldía y el Concejo. Al contrario de otros días, cuando ha habido encendidas peroratas y declaraciones originadas en un asalto a un periodista, y cuando en los cibersitios oficiales del Concejo se ha informado al detalle de todo, esta vez no hubo ni una línea ni una palabra para anunciar lo que hicieron.

Nadie duda de que todo el paquete debió ser estudiado a profundidad, solo que en una sesión final de cuatro horas escasamente hay tiempo para leer lo que se va a aprobar. En sesiones anteriores, escasamente si hubo referencia alguna a los dos multimillonarios proyectos.

El hermetismo del Concejo no ha permitido saber si, como es costumbre de los políticos decir, socializaron suficientemente entre los cucuteños lo que se les iba a venir, o si, por el contrario, los concejales aprobaron sin conocer la opinión de los que van a pagar.

Con estos antecedentes, la mejor fórmula en las corporaciones públicas es la de siempre: el pupitrazo que permite la dilución de la responsabilidad en el grupo y no en los individuos.

Medio billón de pesos se dice fácil, pero para los contribuyentes pagarlo en 15 años no parece cosa de sonreír, significa un golpe brutal para todos, incluidas las administraciones venideras, quienes se verán en estrecheces por la pignoración durante estos años de las rentas propias del municipio.

En una ciudad empobrecida, más por factores internos que foráneos, con un municipio altamente deficitario, cargar a la comunidad con un fardo como este es lo más parecido a un atropello, en especial si no hubo la suficiente ilustración.

Hablar de megaplanes de gobierno, megaobras, megaproyectos… puede ser megaatractivo. Pero lo más seguro es que no sea tan placentero decirles de frente a los cucuteños que por elegir a quienes eligieron ahora tendrán que pagar todos una megadeuda de muchos megamillones. Medio billón de pesos, en un microplazo de 15 años, para ser precisos.

¿Qué cómo lo harán? Muy pronto lo sabrán, cuando a sus casas lleguen las cuentas de cobro y las amenazas de la coacción judicial si no desembolsan en los plazos que ya les tienen fijados. Mientras tanto, una feliz semana para todos los contribuyentes.

Domingo, 19 de Febrero de 2017
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