Pese a cumplir 27 años en el mundo de la actuación, Linda Lucía Callejas apenas ha trabajado en dos películas, una de ellas ‘Mariposas Verdes’, la nueva cinta de Gustavo Nieto Roa.
‘Mariposas Verdes’ presenta el tema del matoneo y la intolerancia en el ámbito escolar a los jóvenes gay, mostrando todo el sufrimiento que esto genera, tanto en las víctimas como en sus familias, en ella participa Linda Lucía Callejas, interpretando a Gladys, la madre del protagonista; quien es una ama de casa víctima de violencia intrafamiliar, que ve como su hijo sufre de violencia física y emocional en su colegio por su condición homosexual.
De nuevo al cine
¿Cómo ha sido trabajar con Gustavo Nieto Roa?
Ha sido una experiencia muy bonita. Creo que Gustavo es una de las personas que le apostó al cine desde la época en que era muy complicado hacerlo y no existía infraestructura alguna para ello. Cuando nadie creía en el cine colombiano, él le apostó al hacer cine en el país. La tiene muy clara, con una sensibilidad muy grande.
¿Difícil el tema que trata la historia de la película?
Es difícil, doloroso e infinitamente real. Cuando me entregaron el guión tuve que desvincularme un poco de mi parte emocional, porque me daban muchas ganas de llorar al leerlo. Habla de una realidad que es el matoneo escolar.
Es un tema muy sensible, pero que toca a mucha gente en Colombia y en el mundo, que ha llegado al extremo de generar una serie de muertes, acabando con la dignidad de las personas y familias enteras.
¿Quién es Gladys, su personaje?
Representa el sufrimiento de muchas mujeres en el país, que han sido víctimas de maltrato por parte de sus esposos, que no es sólo físico, también emocional. Una ama de casa que dice y hace lo que su esposo le pide, quien ha perdido la dignidad, porque piensa que no puede salir adelante sola y que nunca pedirá ayuda, que guarda silencio hasta tal punto que le cuesta defender a su hijo.
Tema complicado de tratar...
Es la historia de muchas mujeres en Colombia, que además de ser golpeadas, la hacen caer en el ridículo de una situación donde los esposos se burlan de ellas. Fue muy difícil interpretarlo y tratar de no juzgarlo, porque el silencio en el maltrato hace mucho daño. Fue muy interesante interpretarla.
Silencios que matan
¿El silencio como cómplice del maltrato?
El silencio dice muchas cosas, a veces grita, otras habla más de lo que la gente se imagina. Las personas muchas veces, pensando en que se meterán en problemas, no denuncian cosas, porque nos criaron con la mentalidad de que quien denuncia es un sapo y eso es una doble moral, porque siempre hay que denunciar cuando las cosas no andan bien. El silencio termina siendo el cómplice perfecto de muchas cosas.
¿Cómo fue la preparación?
Cuando uno trabaja con Gustavo Nieto se trabaja de una manera impecable. Mi trabajo fue un poco más allá. Mi esposo es psicólogo clínico y ha tratado todo este tipo de temas, con mujeres que no son capaces de romper vínculos amorosos del pasado y suelen repetir las historias con otras personas.
¿Su segunda película?
Sí. La primera la hice junto a Gustavo Bolívar, ‘Sin tetas no hay paraíso’, donde también interpreté a la mamá de la protagonista.
¿Qué viene para este 2017?
Preparamos una nueva obra de teatro y un nuevo proyecto de televisión con una serie muy interesante y con muchas ganas de seguir haciendo cine, porque a lo largo de mi carrera apenas he trabajado en dos películas en mis 27 años de carrera.
