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San Antonio revive tras reapertura fronteriza

Este lunes las calles y comercios lucían un poco más animados que en días anteriores.

Como una planta que mustia y sedienta revive tras las primeras lluvias, así la ciudad de San Antonio comienza poco a poco a despertar de un largo letargo. La presencia de compradores colombianos y el paso lento pero constante de venezolanos hacia Colombia, comienzan a cambiarle el rostro a la principal población de la frontera venezolana.

Comercios abiertos, almacenes recibiendo algunas mercancías, movimiento en tiendas de ropa y calzado, restaurantes con sus mesas dispuestas a la espera de comensales, forman parte del nuevo panorama fronterizo que se percibe tras la apertura del paso peatonal el pasado fin de semana.

Aunque el comercio local continúa bastante desabastecido, sobre todo en los rubros de venta de alimentos, las tiendas de ropa y calzado sacaron sus mejores prendas, a la espera de que la actividad comercial comience a mejorar.

Mauricio Chacón dueño de un comercio de calzado en el centro de San Antonio, dijo también que “se abre una esperanza para retomar las ventas, nos tocó que reducir la plantilla de empleados de 6 a solo 2, y la mercancía que tenemos no la hemos movido hace más de 6 meses”.

“Ha sido un año duro, esperemos que poco a poco volvamos a ser como antes”, dijo el encargado de una pequeña venta de franelas ubicada en la Avenida Venezuela, quien sin embargo espera que la autorización para comprar en Colombia insumos para el ramo  de la confección se produzca en los próximos días, pues cierres, botones e hilos, son difíciles de conseguir en Venezuela.

Por su parte, José Rozo, ex presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, confirma que el área de la confección textil, cuyos precios compiten con la oferta colombiana, es una de las que más puede beneficiarse con el paso de compradores hacia Venezuela. 

Sin embargo, explica que “en lo que corresponde al sector industrial y manufacturero comenzarían a recuperarse, una vez que se permita el normal intercambio comercial, que además reactivaría fuentes de trabajo, así como el renglón de prestación de servicios”.

Molestia por restricciones

Destacó que aunque hay expectativa por una mayor afluencia de compradores colombianos, también del lado venezolano existe molestia por las restricciones que para la compra de alimentos y otros insumos se han impuesto a los compradores venezolanos que pasan la frontera.

Desde este lunes las autoridades colombianas han prohibido a los venezolanos comprar en Colombia cauchos, repuestos y autopartes, al tiempo que se ha restringido la compra de alimentos a un mercado familiar, lo que deja a la discrecionalidad del funcionario de turno si una persona puede llevar dos o tres kilos de arroz, azúcar o cualquier otro producto”, explicó.

Insistió Rozo en que esta reapertura parcial se parece más a un paso humanitario para paliar la crisis alimentaria que hay en Venezuela, que una apertura real y verdadera, en la cual haya libertad de movilidad y comercio entre ambas naciones.

Lunes, 15 de Agosto de 2016
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