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Fútbol
Joven cucuteño se quiere adueñar del arco del Cali
Sería el segundo arquero nortesantandereano que llega al Deportivo Cali en los últimos diez años.
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Omar Romero - Periodista de Deportes
Omar Romero Güiza
Sábado, 14 de Enero de 2017

Julián Camilo Hernández Torres siempre soñó con ser futbolista profesional y emular a jugadores como Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar Jr, a quienes ha admirado por su juego y técnica.

Durante su niñez, el tiempo lo repartía entre el estudio y el deporte, además de los libros, siempre cargaba un balón de fútbol bajo el brazo. 

Para Julián Camilo era la conexión perfecta, pero sabía que no podía fallar en ninguno de los dos, y menos a su familia, a su mamá Xiomara, la abuela Gladys y al tío William Hernández, los tres pilares en su vida que lo han apoyado para ser futbolista profesional y jugar algún día en Europa.

Estuvo cinco años entrenando en la Escuela Quinta Oriental que dirige Elkin Uribe. 

Allí, hizo un proceso largo en el que aprendió y vio que tenía talento para el fútbol, quería ser goleador.

Sin embargo, cierto día, en uno de los tantos partidos que disputó con Quinta Oriental, se ofreció para reemplazar al arquero titular; su estatura (1,92 metros) le ayudaba para ponerse de voluntario bajo los tres palos.  

En ese encuentro, Julián logró una excelente atajada que ni él mismo se lo creyó. Fue tan buena que desde ahí su vida como futbolista dio un giro, y se olvido de soñar con ser delantero goleador para convertirse en arquero.

Algo similiar le sucedió a René Higuita, quien empezó como delantero y terminó siendo uno de los mejores cancerberos de América y del mundo.

Hoy, este nortesantandereano de 18 años de edad, lleva dos años entrenando con el Deportivo Cali, bajo las órdenes del Jorge Rayo y Alexander Quiñones.

“Inicié en Quinta Oriental donde estuve cinco años, pero pasando el tiempo mi mamá tocó las puertas del Cúcuta Deportivo, donde hablamos con el preparador Peter Anderson y el técnico Carlos Alberto Quintero, con los que entrené tres meses”. 

Pero mientras estaba a la espera de una respuesta de la tribu rojinegra, madre e hijo viajaron Medellín a ver que podían encontrar en alguno de los tres cuadros de la A: Envigado, Nacional y Medellín.

“Mi mamá y yo buscamos otros caminos y nos fuimos al Envigado FC, hablamos con el papá de James (James Rodríguez, exCúcuta Deportivo), le contamos todo el proceso. Allí estuve practicando dos semanas, pero no veía que las cosas se fueran dar. El ‘Totono’ Grisales nos dijo que volviéramos al año siguiente (en 2015)”.

No obstante, el cucuteño se resistía a quedarse quieto, estaba ansioso. No quería perder tiempo, y siguió escudriñando en qué lugar podía recalar y demostrar su potencial.

“Nosotros queríamos algo más, un club más fuerte, estructurado, donde se mirarán más jugadores. Fue cuando un primo, que escucha mucho la radio, nos dijo que la mejor cantera de arqueros en Colombia es la del Deportivo Cali. Mi madre y yo lo pensamos, y finalmente decidimos irnos de la mano y con el favor de Dios, aprovechando que tenemos unos familiares allá (en Cali), quienes nos colaboraron. Luego nos presentamos con el profesor Jorge Rayo, Cristian Rayo (hijo) y Alexander Quiñones, y bueno... ya son dos años trabajando contento con el Deportivo Cali”, señaló Julián.

Instalado en Cali, Julián continúo con sus estudios de secundaria, los cuales terminó en el colegio La Campiña y ahora está ciento por ciento entrenando para ser, a futuro, el titular en el arco del Deportivo Cali.

En Cúcuta estudió en el Calasanz y Bilingüe Londres.

Adaptación difícil

Luego de cruzar el camino fangoso para encontrar el sendero que quería. Faltaba uno más complicado, el de ganarse un lugar en una región donde los jugadores brotan en cantidades, con la ilusión de ser profesionales y sacar a sus familias adelante.

“Estamos bien en el Cali, ya he entrenado con el equipo profesional, al lado de Camilo Vargas, el uruguayo Ernesto Hernández y con el exentrenador de arqueros de la selección Colombia, Eduardo Niño, y eso es lo bueno, tengo una gran familia que me ha acogido bien”.

“Cuando llegué al Cali y vi la profesional entrenado para mí fue una ilusión estar ahí, pero al principio fue duro, bastante duro”, recordó Julián Camilo.

Dijo que la primera temporada fue complicada.

“Ser nuevo, pega, y ser de otra región más, porque los jugadores de la casa se muestran celosos, pero poco a poco se fue superando todo eso, y hoy tengo grandes compañeros y amigos en una competencia sana”.

Ahora, que se siente un poco más consolidado y seguro de su trabajo, el cucuteño manifiesta que el Deportivo Cali “es una gran institución que ha dado grandes arqueros, como Óscar Córdoba, Faryd Mondragón, Miguel Calero, y para mí es un gran anhelo llegar a jugar en primera división (en el Cali) y lograr lo que hicieron esos porteros”, afirmó.

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