Una noche de cervezas que compartían el policía Jaime Hernando Pineda Caicedo, de 33 años, y su sobrino César Eduardo Ramírez Flórez, de 23, terminó en un ataque sicarial que acabó con la vida de los dos hombres.
A las 10:40 de la noche del sábado, según algunos testigos del doble crimen, una mujer y dos hombres ingresaron a un billar ubicado en la manzana I del sector Natilán, en la ciudadela Juan Atalaya, para asesinar al agente y a su pariente, con tiros en la cabeza.
Al parecer, por la prohibición de ingresar armas al establecimiento nocturno, la mujer habría escondido la pistola con la que se cometió el ataque, y la dejó en el baño.
Según se conoció, Pineda Caicedo siempre dejaba su arma guardada antes de entrar al lugar que acostumbraba a frecuentar.
Mientras Caicedo y Ramírez conversaban frente a la barra, los homicidas salieron desde la parte trasera del negocio.
Uno de ellos se adelanta y pone una cerveza en la mesa donde estaban el tío y el sobrino, para que su compinche pudiera sacar la pistola sin que los dos hombres se dieran cuenta.
El pistolero le dispara primero al agente y de inmediato ataca en la cabeza a César Eduardo, quien estaba sentado e intentó reaccionar.
Luego de que los dos hombres cayeran muertos, el homicida requisó a Pineda Caicedo en la pretina del pantalón y huyeron del lugar.
Jaime Hernando llevaba 13 años de servicio en la Policía y hace uno trabajaba como almacenista del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Deja un hijo de 1 año y medio.
César Ramírez era mecánico y estudiaba en el Sena. También dejó a una hija de 2 años.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, aseguró que se adelantan las investigaciones para establecer las causas y los autores del crimen.
El oficial ofreció una recompensa de $20 millones por la información que conlleve a la captura de los homicidas. Descartó que el ataque fuera producto de un plan pistola.
*La Opinión