Con una carpeta cargada de documentos y la foto de su hija llegó la mamá de Mayra Yamith Vivas Chacón a las instalaciones de Medicina Legal en Cúcuta. La mujer visiblemente afectada y entrada en nervios quería ver uno de los cadáveres que reposaba en la morgue, de quien le dijeron era su hija mayor.
Ella, también llamada Mayra, leyó la noticia en un periódico publicada días atrás, pero se resistía a creer que fuera ella y repetía una y otra vez que “hasta no ver no creer”.
Sin embargo, sus dudas se fueron esfumando y el dolor en su corazón intensificando cuando la descripción de los tatuajes que tenía su hija, de 16 años, correspondían perfectamente con los que ella lucía en su cuerpo, entre estos una cruz junto a un hombro, la palabra ‘family’ en una pierna y algunas letras cerca del seno derecho.
Mayra Yamith fue hallada asesinada, junto a dos hombres, el pasado domingo en la vereda Miraflores del corregimiento de Banco de Arena (Cúcuta).
Aunque las tres víctimas fueron baleadas, al parecer, ella llevó la peor parte. Fue degollada y en su piel se evidenciaban quemaduras y, al parecer, torturas.
La madre, quien viajó desde Umuquena, municipio San Judas Tadeo, en el estado Táchira (Venezuela), a cuatro horas de Cúcuta, se echó a llorar y luego estalló con un secreto que la atragantaba: su hija, tenía dos meses de embarazo.
Última señal
Mayra Yamith nació en Coloncito, municipio Panamericano del estado Táchira, y estudió hasta primero de bachillerato.
Sin embargo, su futuro no lo encontró en las aulas sino en un hombre a quien conoció en su país ocho meses atrás y de quien esperaba su hijo. Se trataba de un adulto desconocido para la familia de la adolescente y de quien no sabían ni el nombre.
“Ella vivía con nosotros, pero tenía su marido y eventualmente se quedaba con él supuestamente en una finca en Colombia, pero no sabemos dónde. El pasado jueves fue la última vez que le escribió a una prima y le dijo que estaba bien, pero que tenía ganas de regresar a Venezuela. El lunes nos enviaron un mensaje por WhatsApp informándonos de lo ocurrido”, señaló la madre.
Investigación
Los cuerpos sin vida fueron abandonados en la noche del sábado, aunque se presume que las muertes pudieron ocurrir uno o dos días atrás por el estado de descomposición y los fuertes olores que exhalaban.
El coronel José Luis Palomino López, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaló que están en el proceso investigativo y manejan varias hipótesis para esclarecer lo ocurrido.
Los hombres
Los hombres asesinados fueron identificados como Javier Andulfo Rodríguez Zafra (colombiano) y el venezolano Argenis Jesús Palma Narváez, de 26 años, natural de Puerto Cabello, estado Carabobo.
