La policía detuvo a seis supuestos miembros del grupo extremista Estado Islámico, cuatro de ellos en España, uno en Gran Bretaña y otro en Alemania, según anunció el miércoles el Ministerio del Interior español.
El detenido en Gran Bretaña era un imán salafista de 44 años que dirigía el grupo y que estaba buscado en varios países, señaló el ministerio en un comunicado. Fue detenido en la ciudad de Birmingham a petición de España.
Las cuatro detenciones en España se hicieron en la isla mediterránea de Mallorca, donde supuestamente tenía su base la célula.
Dentro de la operación fue detenido un ciudadano español de 28 años en la ciudad de Dortmund, en el oeste de Alemania, según la agencia alemana de noticias dpa.
El sospechoso, cuyo nombre no fue revelado, no era conocido por las autoridades, según la fiscalía de la cercana localidad de Hamm.
El detenido en Alemania estaba en contacto con la célula y ayudaba a hacer videos de propaganda, según el Ministerio español del Interior. Podría ser extraditado a España.
La fiscalía dijo no tener información sobre ningún plan concreto de ataque.
En un primer momento n se informó sobre los nombres ni identidades de los otros cinco detenidos.
Las pesquisas comenzaron en 2015 cuando la policía detectó varios videos vinculados con el imán que documentaban el reclutamiento, adoctrinamiento y el envío a Siria de un joven musulmán residente en España. Se cree que en esa misma época el imán visitó la isla de Mallorca para empezar a organizar la célula y convertirse en su líder espiritual.
El hombre estaba identificado por la policía europea por reclutar milicianos y buscar financiamiento del grupo EI, pero las medidas de seguridad que tomaba y sus constantes cambios de dirección dificultaban su arresto.
La célula celebraba reuniones periódicas para reclutar nuevos miembros y hacía una activa difusión de las actividades armadas de la milicia radical en medios sociales, señaló el Ministerio. La policía de los tres países intervino para hacer las detenciones dado que cada vez estaban más radicalizados y dispuestos a cometer ataques yihadistas, según el comunicado.
Las autoridades españolas señalaron que su policía ha participado en la detención de 178 sospechosos de yihadismo desde que el país elevó su nivel de alerta a uno por debajo del máximo en junio de 2015.
