La comunidad educativa de la institución Agustina Ferro de Ocaña tiene dos años esperando la construcción del megacolegio, y ante la falta de respuestas le pidieron al Gobierno departamental hacer los ajustes técnicos al proyecto. 

El rector Oscar Emilio Pallares León no ocultó su preocupación por el hecho y dijo que todo se dilató por inconvenientes estructurales.

“En 2014, se presentó el proyecto a través de la entonces secretaria de educación departamental, Luddy Páez Ortega y fue avalado por el Departamento Nacional de Planeación con recursos de regalías. En 2015, se asignaron $9.700 millones”.

El 1 de agosto de 2016, se adjudicó el contrato de obra 00826 a la Unión Temporal construcciones Hacaritama, para la construcción y ampliación del colegio Agustina Ferro.

Luego se asignó la interventoría que hizo una serie de recomendaciones técnicas, paisajísticas, estructurales y sanitarias. “A pesar de hacerse los ajustes al diseño, cada vez surgieron más inconvenientes”, indicó el rector Pallares.

El académico aseguró que se han cumplido con los lineamientos expuestos por el Ministerio con apiques, estudios de suelo, infraestructura de servicios públicos y redes eléctricas con bombillos ahorradores de energía.

Pallares indicó que se requiere con urgencia la construcción del megacolegio para albergar a más de 1.700 estudiantes, en su mayoría en condición de vulnerabilidad. 

“La sede Fátima es de la Diócesis de Ocaña, se encuentra en malas condiciones lo que representa un alto riesgo para los estudiantes. El obispo, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, otorgó un compás de espera mientras se construye el megacolegio”, recalcó.

El personero de la institución, Juan Felipe Cárdenas, viajó a Cúcuta para participar en un encuentro de las TIC y expuso al gobernador, William Villamizar, la situación. 

“La respuesta es que se deben priorizar parte de las obras, no el presupuesto asignado, debido a los ajustes que se deben hacer”, reiteró el vocero estudiantil.

La comunidad educativa está preocupada por tanto la demora puede frustrar el sueño de contar con mejores condiciones pedagógicas para la educación de sus hijos.

En ese lugar se proyecta la construcción de 22 aulas de clases, 6 laboratorios, una biblioteca con 4 salas de lectura, la rectoría, coordinación y secretaría. Además de la sala de juntas y un restaurante escolar para 300 estudiantes.

También se contemplan dos aulas de preescolar, una cancha múltiple para practicar las distintas disciplinas. Zonas de acceso y equipos para facilitar el proceso enseñanza aprendizaje.