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En Ocaña presentan novedoso proyecto

Estudiantes del Sena elaboraron bolsos y zapatos con fibras de piña.

La piña es uno de los productos esenciales para mantener la fibra en el organismo humano y ayudar a la digestión. Este concepto fue adoptado por un grupo de estudiantes del Sena de Ocaña, quienes elaboran bolsos y zapatos con las fibras de esta fruta.

El aprendiz del Sena, Jesús Antonio Villamizar Loaiza, indicó que se trabaja en un compuesto orgánico derivado de los residuos de la piña, como el cogollo y las cáscaras, para elaborar esos elementos.

Por su parte, la instructora, ingeniera química Sara María Rozo Gélvez, dijo que la investigación está encaminada a la química aplicada y ambiental.

“Después de 8 meses de experimentos se llegó a la conclusión de que se podía dar utilidad a esos desechos biodegradables”, dijo. “Con la concha y el cogollo de la piña se puede hacer el compuesto y se prepara una fibra para elaborar zapatos, correas, carteras y bolsos”.

Villamizar, líder de la iniciativa, es estudiante de tecnología de formulación de proyectos. La propuesta, presentada en un encuentro departamental de la Red Colombiana de Semilleros de Investigación, es la creación de un compuesto, que se cumplió en Ocaña.

El sustento del proyecto es que la industria de la curtiembre es altamente contaminante y con el derivado del cogollo de la piña se minimiza la contaminación.

“El proyecto nació de una iniciativa anterior, que buscó crear papel a partir de los residuos de la piña . Hemos obtenido un prototipo que se ajusta a las necesidades, y se han creado productos como zapatos, bolsos y carteras, y esperamos llegar a la comercialización en poco tiempo”, recalcó Villamizar.

Explicó que el procedimiento consiste en tomar el cogollo entero y con el elaborar una mezcla que debe madurar entre 36 y 72 horas.

Luego se procede a deshilar, para sacar las fibras, y con ella elaborar los productos.

“Pretender eliminar el cuero es imposible, pero sí reducir el consumo y que se complemente”, explicó Villamizar. “Para que los productos sean consistentes se depende de la cantidad de fibra”.

En cuanto a la comercialización de esos productos, el proyecto está en la fase de estudios preliminares.

“Es el anhelo del grupo de investigación consolidar el proyecto para generar empleo y no dejar perder nada de la piña”, precisó el aprendiz.

Cuando él llegó al Sena, esa idea iba marchando con la docente Rozo, a partir de un descubrimiento que ella hizo en México.

Ella quiso innovar eliminando los químicos y hacerlo más natural.

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Viernes, 9 de Junio de 2017
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