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Ocaña
En Ocaña se encuentra el viejo baúl de Lorencita Villegas
Permanece en manos del artista Juan Manzano.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Lunes, 29 de Mayo de 2017

En el tradicional barrio Villanueva de Ocaña, en una antigua casona de tapia pisada donde funciona el taller de arte del maestro Juan Carlos Manzano Carrascal, reposa una de las reliquias de la clase aristocrática de Colombia.

El baúl de Lorencita Villegas de Santos fue entregado a una persona oriunda de Ocaña, quien lo cuidó durante décadas. Sin embargo, en una crisis económica lo vendió el dramaturgo, quien lo trasladó a Ocaña.

En el almacén de artesanías es el centro de atracción y repite a todos los visitantes la historia. Su vivienda es un museo donde la gente siente el embrujo de épocas pasadas.

Con una dedicación casi que enfermiza, Manzano revisa todos los objetos y traza planes para la restauración y el cuidado de las piezas.

La casa está en el camino peatonal al santuario del Agua de la Virgen de Torcoroma y los turistas ingresan para conocer detalles de los elementos allí guardados.

Una mujer altruista

El artista Juan Carlos Manzano Carrascal ha dedicado años a la colección de artesanías y a mostrar sus piezas pictóricas.

Él, aseguró que ese baúl fue utilizado por la familia Santos a principios del siglo pasado para viajar a Europa. “Es bastante pesado porque está elaborado de madera, lámina y cuero, tiene unas asas para cargarlo, me imagino que los criados lo llevaban en mulas y luego a los puertos para tomar la ruta hacia el viejo continente”.

Allí llevaban ropa, joyas, perfumes e incluso libros. Reemplazaba las maletas de los viajeros de la actualidad. Manzano aseguró que Lorencita Villegas de Santos era una mujer altruista para Colombia y que adelantó campañas sociales para ayudar a los niños pobres.

Se casó con Eduardo Santos y se convirtió en primera dama construyendo la clínica que lleva su nombre en Bogotá.

La reliquia

Asistiendo a talleres de arte conoció a Doris Torrado quien tenía la reliquia en su casa. Como amante de las antigüedades le propuso comprárselo. En un comienzo lo pensó dos veces, pero ante un viaje urgente, decidió salir del baúl.

“Lo compré barato, solo 50 mil pesos y me lo entregó lleno de libros. Está bastante deteriorado y necesito a una persona especialista para la restauración”.

De todas las antigüedades de Manzano, esta es la más valiosa.

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