La colombiana tuvo una mala caída luego de un ejercicio de salto mortal extendido.
La gimnasta antioqueña Catalina Escobar dio un paso atrás, pisó la lona verde que rodea la pista y pidió ayuda con la mirada a sus entrenadores. Apenas iba por la mitad de su rutina de piso -el tercer aparato de la jornada- cuando una mala caída la obligó a abandonar la competencia.
El dolor tardó en llegar. Apenas cayó en sus rodillas, Catalina se paró con la elegancia propia de las gimnastas, elevó sus brazos al cielo y miró al público con orgullo.
Pero cuando intentó dar un paso, su cuerpo le pidió que se detuviera. Entonces, sus entrenadores la cargaron hasta la banca mientras el público ovacionaba su valentía.
Catalina -como los otros 146 atletas colombianos que viajaron a Río con el uniforme tricolor- es una guerrera.
Hasta este domingo en la mañana, el panorama en los Juegos Olímpicos para Catalina Escobar era bastante alentador. En la última Copa Mundo de Mersín, que se celebró días después del atentado terrorista en el aeropuerto de Estambul el pasado 28 de junio, la gimnasta antioqueña de 25 años tuvo resultados muy positivos.
En Turquía, Catalina se llevó el oro en barras asimétricas con un puntaje de 13.900 y ganó dos medallas de bronce en salto (13.675) y suelo (13.450), la misma competencia que la dejó por fuera en Río.
“Lo más positivo, además de las medallas, es que volví a competir en los cuatro aparatos con un puntaje final de 53.100. Esto me motiva mucho en el camino a los Juegos Olímpicos”, dijo entonces la gimnasta.
