Los cambios bruscos de temperatura que se registran en la provincia de Pamplona son motivo de alerta para los organismos de socorro y autoridades del municipio.
Los días son soleados y en las madrugadas se registran bajas temperaturas que llegan a los 6,0 grados centígrados.
Ante esta situación fueron convocados los miembros del Consejo de Gestión del Riesgo, en donde se establecieron compromisos para enfrentar la variabilidad climática.
El asesor en gestión de riesgo del municipio, Elkin Gómez Carvajal, explicó que inicialmente se trató el tema de las sequias que empiezan a sentirse en la zona rural y urbana. “Enero fue muy lluvioso, situación que la podríamos calificar de anormal. Las dos primeras semanas de febrero se presentan altas temperaturas”, dijo.
Este fenómeno ha hecho que la vegetación empiece a secarse aceleradamente, lo que podría originar incendios forestales. El funcionario también mencionó que por las temperaturas bajas que se producen en las madrugadas se evidencian afectaciones en cultivos por heladas.
“Si la situación se mantiene en los próximos días activaremos la alerta amarilla para tener disponibles los recursos que permitan atender las emergencias”, afirmó.
En torno a posibles conflagraciones que se originen, Gómez Carrillo puntualizó que están encendidas las alertas para la vereda Negavita y los cerros cercanos al perímetro urbano de Pamplona.
“Vamos a estar pendientes de los sectores Santa Marta, Cristo Rey, Jurado y El Progreso, para evitar las quemas controladas que en algunas ocasiones se salen de control”, sostuvo Gómez Carrillo. “Para atender las emergencias están disponibles los Bomberos, Defensa Civil y personal del Batallón”.
El agua
Ante la falta de lluvias los caudales de las quebradas que suministran agua a las plantas de tratamiento Monteadentro y Cariongo disminuyeron los caudales.
Las bajas en las cuencas y microcuencas en las dos primeras semanas de febrero, están en el 20 por ciento en comparación al primer mes del año.
La planta localizada en la parte alta de la vereda Monteadentro que normalmente recibe un promedio de 55 litros por segundo, disminuyó en 45 litros por segundo.
En el sistema Cariongo, que abastece el valle de Pamplona, tiene disponibilidad de 90 litros por segundo, cuando en enero le ingresaban entre 110 y 120 litros por segundo.
Para evitar que más adelante se tomen medidas relacionadas con bajas presiones o eventuales racionamientos, se recomendó a los 13.800 usuarios hacer un mejor control en el uso del agua. Por ello está prohibido desperdiciar el líquido.
