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Arte de tallar cuarzo no muere en Mutiscua

Los esposos Miguel Horacio Hernández y Nayibe González Contreras elaboran lámparas y grutas.

Viendo que en Mutiscua se estaba perdiendo el arte de darle forma al cuarzo transparente, roca extraída de vetas locales, los esposos Miguel Horacio Hernández y Nayibe González Contreras decidieron hacer lámparas y grutas.

A este mineral se le atribuyen propiedades energéticas. Tradicionalmente lo han utilizado para la industria de vidrio, cristalería, cerámica, y pintura, y la elaboración de productos químicos.

Debido a su color, forma y pureza que irradia, tradicionalmente empezó a hacer parte de la decoración de interiores de viviendas, centros comerciales, oficinas públicas y privadas. 

Es por eso que en las manos de la mujer está la responsabilidad de seguir impulsando este arte. Por la dureza y las herramientas que se utilizan para pulir y cortar, para ella es uno oficio difícil, pero que hace con destreza.

La historia de la pareja empezó cuando al esposo le preguntaron si era capaz de taladrar un cuarzo para hacer una lámpara con bombillos de colores. 

Fue así como empezó el oficio liderado por Nayibe, quien viendo en internet y con imaginación se volvió una experta para trabajar el cuarzo blanco. “Por la falta de fuentes de trabajo en el pueblo, hemos optado por mantener estable la producción y cubrir la demanda que va surgiendo”, afirmó.

Sobre los procesos que tiene que hacer para finalizar las lámparas y grutas, explicó que les traen las piedras de la vereda Las Mercedes, en donde hay una mina.

Después de que se seleccionan las que van a ser utilizadas, se dejan por un día en remojo en una solución química para que suelten las impurezas y se puedan blanquear con un cepillo. Cuando están cortadas y perforadas se hace la instalación del sistema de luz led (roja, azul o verde). Se montan en una base de madera, que ellos diseñan.

Diariamente, ella deja por un momento los oficios del hogar y la atención del punto de envío que administra, para encender la sierra y el taladro para darle forma al cuarzo.

“En una tarde puedo cortar diez piedras que después las dejo lavando en agua para montarlas en las bases, previa lijada y sellada de las mismas”, dijo.

Para ella este oficio es muy duro, pero dice que es satisfactorio y la entretiene. 

Estos esposos siguen complaciendo el gusto de los clientes que se llevan las piedras de cuarzo blanco con iluminación, porque se dice que atraen buenas energías al hogar, oficina o en donde se pongan.

De la Alcaldía le encargan para regalarlas de recordatorios a los visitantes o cuando van a una actividad en Cúcuta o en Bogotá.

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Viernes, 31 de Marzo de 2017
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