A la tradicional conmemoración de la Semana Santa, en Pamplona, le hizo falta la presencia de algunos personajes y figuras del orden regional y nacional, que habitualmente acompañan los actos solemnes.
Por ejemplo, el gobernador, William Villamizar, fue reemplazado por el director del Indenorte, David Castillo; los senadores estuvieron representados únicamente por Manuel Guillermo Mora, y de los diputados únicamente asistió John Edinson Ortega.
En años anteriores, a la Semana Santa, y sobre todo a la procesión del Viernes Santo, funcionarios y servidores públicos acudían masivamente, pero en esta oportunidad ocurrió lo contrario.
Tampoco estuvieron los corresponsales de los canales nacionales de tv; solo estuvo el regional TRO, que transmitió en directo seis procesiones y la gala del festival de coros.
Estas situaciones, según voceros de los nazarenos, se tienen que revisar por parte de la administración municipal y los organizadores de la Semana Santa, para establecer qué ocurrió y cómo se puede resolver para futuras oportunidades.
Sin embargo, tal como ocurre anualmente, Pamplona se convirtió en punto de encuentro de centenares de feligreses quienes comparten con familiares y amigos en las procesiones diurnas y nocturnas.
También se registró una importante concurrencia en los actos culturales, visita a museos, monumentos, templos religiosos y la Feria del Dulce que este año retornó a la Casa de las Cajas Reales del Sena.
Durante el evento religioso, el arzobispo de Pamplona, Luis Madrid Merlano, enfatizó su sermón en la rudeza de las guerras extranjeras y las propias, como las de Catatumbo y Arauca.
Entre tanto, el comercio formal anunció que pondrá en conocimiento de la Alcaldía la invasión del espacio público que ocasionaron las casetas instaladas en la plazuela Almeyda, el colegio Provincial, y el parque Águeda Gallardo.