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Los matices del Centro Democrático en la carrera por ‘el que ponga Uribe’

La diferencia grande y definida en el uribismo.

El panorama electoral con miras a las presidenciales de 2018 sigue siendo difuso: hay muchos precandidatos, la mayoría ha decidido jugársela por firmas y algunos partidos simplemente intentan sobrevivir.

Sin embargo, el único que hasta el momento ha tratado de mostrar un escenario mucho más sólido y definido es el Centro Democrático, que se encuentra haciendo foros, al mejor estilo de los consejos comunales del expresidente Álvaro Uribe,  para darle la oportunidad a los cinco precandidatos de que expongan sus ideas.

María del Rosario Guerra, Iván Duque, Carlos Holmes Trujillo, Rafael Nieto y Paloma Valencia vienen exponiendo región por región y en conjunto, sus opiniones, pero bajo la moderación del también senador, quien como un papá amoroso, los aplaude a todos y no da muchas pistas sobre cuál es su favorito.

“Álvaro Uribe como lo ha demostrado históricamente (así eligió magistrados y dio su guiño a la Procuraduría en sus ocho años de gobierno), está esperando que se decante el abanico de candidatos presidenciales que tiene, para tomar la decisión”, considera Carlos Arias, docente de Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia y de la Universidad del Norte.

Pero en vista de esta misma situación y de que Uribe es el líder natural de la colectividad, al interior del partido de oposición empieza a surgir también la expectativa y a hacerse sentir con fuerza los distintos matices, pues aunque el Centro Democrático es uno de los más disciplinados, algunos se atreven a hablar de divisiones.

Por eso, desde afuera, la percepción es que el uribismo tiene tres vertientes: ‘los radicales’, con Fernando Londoño, José Obdulio Gaviria, Alfredo Rangel, Paloma Valencia y Paola Holguín; ‘los de centro’, donde estarían personajes como Iván Duque y Carlos Holmes; y ‘los politiqueros’, en los que se encontrarían Francisco Santos, el concejal Diego Molano, Santiago Valencia y Óscar Iván Zuluaga.

No obstante, una fuente cercana al uribismo es clara al decir que no se pueden interpretar las diferencias como divisiones. Si se habla de ‘centro’, por ejemplo, resalta que el expresidente Álvaro Uribe viene del liberalismo, José Obdulio llegó a ser del Polo Democrático y Alfredo Ramos es más conservador.

“Lo que pasa es que un cúmulo de muchas ideologías se aglutinaron bajo un mismo pensamiento”, asegura.

Además, afirma que no se puede unir en el mismo grupo a los miembros del partido con la posición de Fernando Londoño, porque su radicalismo no tendría comparación, y al final no es alguien muy influyente en la colectividad.

Frente a los precandidatos, dice que realmente por el único que habría una división sería por Iván Duque, al cual no apoyaría el sector ‘radical’ del Centro Democrático, pero sí una buena parte de la colectividad.

La fuente consultada, sin embargo, afirma que esto tiene que ver con un asunto de simpatías, que se traducen básicamente en que José Obdulio Gaviria y Alfredo Rangel no aprecian mucho las posiciones de Duque y temen que imite las acciones del presidente Juan Manuel Santos.

Listas al Congreso

La diferencia grande y definida en el uribismo por ahora estaría frente a las listas abiertas o cerradas para el Congreso.

Lo anterior, por cuanto a las primeras le quiere apostar el coordinador político de la colectividad, Francisco Santos, mientras que José Obdulio Gaviria no abandona su favoritismo por las listas cerradas.

En su línea, Santos, en un encuentro en Bucaramanga, invitó a los militantes de esa colectividad a que estén abiertos a hacer alianzas con partidos que logren sumar votos para el Congreso, pero su discurso se vio disminuido por el de Gaviria, quien habló de no unirse a aquellos que no tienen caudal electoral y sí muchos votos comprados.

Lo curioso es que el expresidente Álvaro Uribe no parece cerrarse totalmente a la idea de llevar las listas abiertas, o al menos no quiere generar un mal ambiente político, pues ante las afirmaciones de Gaviria, tuvo que salir a disculparse con la dirigencia del Partido Conservador.

Acá surge entonces el debate en torno a la coalición con otros partidos o, como lo plantean los afines a José Obdulio, se debe pensar en que los verdaderos resultados los da la ideología. Básicamente una discusión de coherencia.

Ante este escenario, el profesor Carlos Arias da por hecho que el uribismo terminará recibiendo a personas del Partido de la U. “El Centro Democrático seguramente va a jugar un rol muy preponderante en las próximas elecciones, en especial en Cámara y Senado, porque van a cooptar al Partido de la U, va a cooptar estructuras del antiguo PIN y muy seguramente va a empezar a cooptar ese voto de opinión que se vio representando en el ‘No’”.

De eso, considera, dependerá la coalición presidencial.

¿Y los del ‘No’?

En este proceso de decantar a los precandidatos que buscan el aval del Centro Democrático,  lo cierto es que, por ahora, Marta Lucía Ramírez sigue por su lado hablando de sus propuestas, y Alejandro Ordóñez continúa recogiendo firmas con la convicción de representar a los colombianos que votaron por el ‘No’ en el plebiscito.

Pero, ¿qué hará entonces el expresidente? Según la fuente cercana al uribismo, el Centro Democrático iría en solitario hasta la primera vuelta. Sin embargo, el papel que jueguen estos grupos que van por firmas y que acompañaron su lucha en contra del acuerdo de paz, podrían inclinar la balanza a favor de la colectividad en la segunda vuelta.

En este contexto existirían tres escenarios: el primero es que esos independientes terminen adhiriéndose al candidato que elija Uribe, pero no en coalición, sino  catapultando al elegido.

La otra posibilidad es que cada uno ponga su candidato y se haga la consulta entre todos para definir el único nombre que liderará la campaña, como lo ha planteado Ordóñez.

Y, por último, que los del ‘No’ se unan, el candidato lo ponga el expresidente y los otros actores nombren el vicepresidente.

Para el profesor Carlos Arias, lo mejor que podrían hacer Ordóñez y Ramírez es seguir por su lado para poder tener una posición más equitativa frente al uribismo.

“Lo que ha demostrado Álvaro Uribe con su sagacidad política, es que si ellos se vinculan directamente a la consulta interna del partido, él podría jugar con esos votos, con esa fidelización que ellos tienen en voto de opinión y en algún momento utilizarlos para dejarlos por fuera del camino. Mientras que si ellos juegan por fuera del escenario, podrían tener un punto de negociación política para decirle en términos cotidianos: ‘usted no tiene a nadie que le marque en las encuestas, necesita aliarse con nosotros y nosotros podemos alinearnos con usted para poder llegar’”, considera.

Y quizás es lo que ha entendido bien Alejandro Ordóñez, pues al inaugurar su sede de candidato dijo: “Necesitamos 390.000 firmas, pero aspiramos a tener varios millones para crear con ello un hecho político de tal naturaleza que no quede ninguna discusión frente al nombre de la persona que debe encarnar y aglomerar a todo ese contingente del 2 de octubre, que triunfará en mayo del año entrante”.

Andrés Felipe Bernal, profesor de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, considera que lo más seguro es que la coalición que se forme pondrá al vicepresidente.

Sin embargo, la posición del analista político Pedro Medellín es otra. “En mi opinión, los candidatos del Centro Democrático no van a alcanzar la votación de la consulta, quien la va a alcanzar es Marta Lucía Ramírez, y seguramente el segundo puede ser Iván Duque, o cualquiera de los candidatos puede hacer llave con Marta Lucía Ramírez”, dice.

La única certeza que hay por ahora es que la tendencia en las encuestas cambiará una vez la decisión del uribismo esté tomada, pues aunque hoy no repunta ninguno de los cinco precandidatos, el resultado cambiará si ya hay uno definido y con el apoyo asegurado. “El candidato que sea, en el momento en que salga elegido, empezará a ascender de una u otra manera”, dice Bernal.

Esto, por cuanto ya ha empezado a tomar fuerza la idea de que muchos colombianos simplemente  votarán ‘por el que ponga Uribe’.

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Colprensa
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Domingo, 30 de Julio de 2017
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