Quienes conocen a Bernardo Miguel Elías Vidal lo describen como un “bacán”. Muchos de sus compañeros en el Congreso de la República lo consideran un hombre agradable y aunque fue uno de los senadores más votados en los comicios de 2014 (145.000 votos) siempre se ha caracterizado por su bajo perfil.
Sin embargo, fue justamente la llamada ‘Ñoñomanía’ como se le denominó al fenómeno electoral que lo catapultó políticamente, la que lo hizo visible ante los medios de comunicación y su nombre comenzó a sonar de manera reiterada.
Nacido en Sahagún (Córdoba) hace 40 años, el ‘Ñoño’ heredó la vena política de su tío, el exgobernador y exsenador Jorge Ramón Elías Náder, quien fue condenando por vínculos con el Cartel de Cali, en el marco del proceso 8.000.
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Es ingeniero civil de la Universidad de la Salle y especialista en Gerencia de Construcciones de la Javeriana. Ejerció su profesión hasta 2005, cuando empezó su carrera política y quiso aspirar a la Cámara de Representantes por su departamento. En esa ocasión sacó alrededor de 10.000 votos, gracias a que, según dicen en su región, se endeudó para responder por los gastos de campaña.
Durante su primer periodo en el Congreso se ganó el reconocimiento en su departamento porque cada vez que iba a Sahagún hacía rifas, celebraba todo tipo de festividades y ofrecía banquetes.
Esto le sirvió para que cuatro años después multiplicara los votos a su favor, y en 2010 lograra más de 60.000. Sin embargo, su mayor victoria política llegó en las elecciones de 2014, cuando logró sacar más de 145.000 votos que lo llevaron a ser el tercer político con mayor apoyo en el país, después de Jorge Robledo y Musa Besaile, también cordobés.
Elías contribuyó, igualmente, y de manera importante, en la reelección de Juan Manuel Santos.
Sin embargo, el poder electoral que ha construido Bernardo Miguel Elías no solo se concentró en su tierra, sino que con el paso del tiempo se ha extendido a otras regiones como Norte de Santander, en donde en las elecciones de 2014 logró pescar cerca de 4.000 votos.
Un año después, en los comicios de 2015, el congresista de la U tuvo su propio candidato para la Alcaldía de Ocaña y aunque se comentaba que el exsecretario de Gobierno de Norte de Santander, Yebrail Haddad, era su ficha para la Cámara en 2018, este salió de la baraja de aspirantes, pues se fue a trabajar como magistrado auxiliar en el Consejo de Estado.
