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Ordóñez aspira a ser el candidato de la coalición del ‘No’

Su principal bandera es la familia, la cual considera el péndulo para todos los temas y no solo los morales. 

Hacerse contar y mostrar que tiene un verdadero peso político y no solo el rótulo de exprocurador, es el propósito que se ha planteado Alejandro Ordóñez, al anunciar que saldrá a buscar firmas por todo el país para respaldar su aspiración presidencial.

Días atrás, el polémico exfuncionario presentó su postulación para los comicios de 2018 y de paso informó que no va más en el Partido Conservador, pues considera que los jefes de esa colectividad se divorciaron por completo de las bases, las mismas a las que acudirá para que impulsen su candidatura.

Ordóñez es un convencido de que para las elecciones del próximo año, Colombia podrá tener un candidato único que salga de la coalición de los sectores que lideraron la campaña por el ‘No’ en el plebiscito. Sin embargo, advierte que si esta alianza no toma fuerza podría llegar solo a la primera vuelta.

Dice que ahora su principal bandera es la familia, la cual considera el péndulo para todos los temas y no solo los morales. 

Aclara que él no es el representante de la derecha como se le quiere enmarcar, y considera que hablar de educación, salud y de combatir la corrupción no es ser de derecha.

Sobre su proyecto político, la coalición que proyecta con los sectores del ‘No’ y los apoyos que recibirá, habló el exprocurador.

¿Por qué decidió lanzarse como precandidato presidencial, por firmas?

Acepté la vía de las firmas para promover mi nombre, porque de esa forma podemos hacer una convocatoria más amplia de la sociedad para lograr, en el marco de la gran coalición que logró el triunfo del 2 de octubre, concretar la aspiración presidencial.

Un sector del conservatismo, encabezado por el exsenador José Darío Salazar, lo acompañará en este proceso, ¿le quitará votos a ese partido?

Las bases conservadoras, en gran parte, están en este proyecto. También hay sectores de la reserva activa, la Colombia creyente; son sectores que intervinieron en la gran coalición de octubre (de 2016) y ya están siendo convocados a este proyecto político.

También lo apoyan militares en retiro, ¿esto le podría restar votos al senador Álvaro Uribe?

Me acompañan los mismos sectores que se expresaron el 2 de octubre contra el proceso de paz con las Farc.

¿Por qué su bandera de campaña es la familia?

La familia lo permea todo, está presente en todo, es el escenario natural donde se construye la sociedad. Tiene que ver con la corrupción, porque la disolución de la familia y la pérdida de valores es consecuencia de la falta de ese núcleo. La restauración del país no se puede dar si no es con los valores en la perspectiva de la familia. Las políticas de salud, las sociales, tienen que ver con la familia; las políticas tributarias, el desbarajuste social tiene una relación estrecha con la familia. Por eso, no es caprichoso tomar este tema.

En febrero usted intentó volver al conservatismo, ¿se sintió solo ante sus peticiones y por eso renunció al partido?

El Partido Conservador, sus directivas, muchos de sus congresistas, han renunciado desde hace rato al ideario conservador. Esa renuncia fue la que les permitió apoyar las políticas del presidente Juan Manuel Santos, en materia de impunidad, en lo tributario, en la vida, en el fortalecimiento del narcotráfico y la falta de institucionalidad y autoridad. Es decir, aquí hay un divorcio con las bases del partido que se quedaron con el ideario. Las directivas se quedaron con las microempresas electorales. Hay que entender que esa representación política es otra, diferente a las bases. 

Le va a competir a Marta Lucía Ramírez, que también ha defendido la participación de las bases conservadoras. ¿Cómo lo hará?

La convocatoria de este proyecto político no solo se restringe a las bases conservadoras, hay muchos más sectores que se identifican. Simplemente es la coherencia, la presencia y la confianza en ese ideario conservador lo que me ha dado el afecto que he sentido de esas bases. Sin embargo, yo aspiro a ser el candidato de esa gran coalición y acojo las reglas de juego.

A propósito de la coalición en la que tanto insiste, ¿cómo va o cómo la ve hoy?

Nosotros nos hemos reunido reiteradamente con los expresidentes Uribe y Pastrana y los demás sectores, con el objetivo patriótico de consolidar ese frente y para ello tendremos unas reglas de juego. Aspiro que así sea, me someteré a ellas y lo haré llegando con unas firmas, 500.000, 800.000, dos millones, las que sean, para lograr ser el candidato de esa convergencia. Aspiro y promoveré esa unidad. Si eso no se consigue, pues cada día traerá su afán y vamos a la primera vuelta. El plan A, el que me tiene con toda la disposición, es el que le acabo de referir: recoger firmas y quedar dentro de esa coalición. No es lo mismo estar como exprocurador que llegar con un número importante de firmas.

Pero, si le va bien recogiendo firmas, ¿podría irse solo?

Espero que quienes tenemos propuestas y similitudes logremos tener unas amplísimas mayorías, pero si la coalición no se produce, como ya lo dije, llegaré a la primera vuelta.

¿Cuál es el momento determinante para que esa coalición tenga ya definido su candidato presidencial?

Eso es mecánica política que exige tiempos, pero desde luego que el candidato de la unidad debe estar elegido este año. Esas son las urgencias y la realidad política que debe tener la coalición.

¿Será la Iglesia católica uno de sus ‘socios’ políticos?

Institucionalmente las iglesias no acostumbran a hacer política, pero sus integrantes hacen presencia, militan, entonces, sectores de la Colombia creyente, no solo católicos, también evangélicos, estructuras pro-vida, todas esas tendencias, me irán a acompañar. Todos esos sectores están muy entusiasmados.

¿Cómo va a hacer para que no lo identifiquen como un candidato de la derecha?

Mi propuesta es de contenido social y así lo expresé cuando me lancé a recoger firmas. Eso de derecha e izquierda es una discusión estéril. ¿Quién tiene el derechometro del país? los medios, la izquierda, entonces, hacen una caricatura. Eso es cháchara. No hay nada más social que la doctrina de la Iglesia; está todo ahí. Por fortuna, el monopolio de los medios de comunicación se desplazó y las redes sociales cumplen una gran función social.

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Colprensa
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Domingo, 18 de Junio de 2017
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