La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Un ‘hueco’ del que nadie resultó responsable

Fallo concluyó que Carlos Hernández y demás exdirectivos no actuaron con una “intención dañosa”.

Siete años después de que estallara el escándalo alrededor de uno de los proyectos más ambiciosos que se contemplaron para Cúcuta, en 2006, el Parque Bavaria, este quedó reducido a nada más que eso: un escándalo.

Pese a ser considerado uno de los episodios de corrupción más grandes que se ha denunciado en la capital de Norte de Santander y de que todos los entes de control tuvieron que entrar a intervenir para determinar las responsabilidades de los implicados, al final, los resultados de las investigaciones le restaron gravedad a lo sucedido.

Así lo confirma el último fallo que se conoció sobre el tema por parte de la Contraloría Municipal, en el que se resolvió liberar de cualquier responsabilidad fiscal al excongresista Carlos Hernández Mogollón, quien fuera el gerente de la Corporación Parques Cúcuta en 2008; el excandidato a la Alcaldía de Cúcuta, Jorge Acevedo; el exsecretario de Hacienda, Martín Ricardo Rincón Uscátegui; el exdirector del Área Metropolitana, Ricardo Ramírez Serpa; el expresidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Israel Bahar Levy; y la exrevisora fiscal de la Corporación, Hilda Patricia Palacios Morales.

A los investigados se les responsabilizaba de haber ocasionado un daño fiscal por más de $1.187 millones del municipio, que habían sido destinados para el proyecto urbanístico en el centro de la ciudad.

Esto por cuanto se advertía que dichos dineros, correspondientes al valor de las inversiones que se ejecutaron en cada uno de los contratos celebrados desde 2007, se encontraban en estado de pérdida y no presentaron ninguna utilidad, “lo que indica que son inversiones que no generaron ningún beneficio a la Corporación Parques Cúcuta, ni materializaron ninguno de los proyectos”.

En ese sentido, para la Contraloría “estas inversiones pudieron haber sido un desperdicio de dineros públicos al momento en que se redireccionó el objeto de la corporación”, es decir, cuando Hernández Mogollón,  con el aval de la junta, decidió juntar la Corporación a una sociedad de la que también hacían parte particulares.

Sin embargo, cinco años después de que iniciara el proceso en el ente de control fiscal, este desvirtuó sus propios argumentos y determinó que los dineros invertidos desde el 2007 en adelante no podían considerarse como un detrimento fiscal “porque se realizaron en pro del proyecto que se venía ejecutando, el cual en su momento era viable, lo que indica que no hay certeza sobre el menoscabo al erario de la Corporación”.

Según la conclusión a la que llegó el jefe de la Oficina de Responsabilidad Fiscal y Jurisdicción Coactiva de la Contraloría, Miled Antonio Pérez Toro, si bien es cierto que la junta directiva que asumió la Corporación en 2008 decidió unir esta entidad a una nueva sociedad y se resolvió cambiar el diseño del proyecto, “no existen pruebas que permitan corroborar la certeza del daño y tampoco se puede suponer que esos dineros invertidos no pudiesen haber prestado un fin posterior a la Corporación Parques Cúcuta”.

Y aunque una de las mayores críticas que se le hizo  en su momento a la nueva junta que asumió el proyecto del Parque Bavaria, fueron los millonarios contratos que entregaron en publicidad para vender el Centro Cultural y Financiero, la Contraloría le dio la razón a la defensa de Hernández Mogollón, quien aseguró que esta fue una estrategia para consolidar el negocio de los locales y oficinas, aunque al final no obtuvieron resultados.

'No hubo una conducta negligente ni dolosa'

Para la Contraloría Municipal, la conducta de Carlos Hernández Mogollón, Jorge Acevedo, Martín Ricardo Rincón Uscátegui, Ricardo Ramírez Serpa, Israel Bahar Levy e Hilda Patricia Palacios Morales, estuvo encaminada a “procurar rescatar el proyecto, buscando no invertir o realizar más gastos propios en el proyecto, so pena de quedar ilíquidos”.

“Para el despacho es claro que el proyecto no era viable económicamente, financiera y comercialmente en razón a la dinámica de mercado en contra de la Corporación, situación que no era posible que fuera controlada por quienes administraban la Corporación”, concluyó el jefe de la Oficina de Responsabilidad Fiscal.

En ese sentido, determinó que la conducta de los implicados no se puede considerar como descuidada y negligente, “en razón a que si bien no tomaron la decisión acertada jurídicamente, tampoco se puede catalogar el hecho de tratar bajo  la búsqueda de alternativas que permitieran recuperar financieramente la Corporación, como un hecho generador del daño en materia fiscal. Lo anterior reiterando que los dineros invertidos (y) materia de investigación, se encontraban encaminados a cumplir con el objeto social de la corporación”.

En conclusión, el ente de control fiscal consideró que la conducta tanto del entonces representante legal de la Corporación Parques Cúcuta, Carlos Hernández, como la de los demás miembros del consejo y la junta directiva para la vigencia 2008, “está desprovista de toda intención dañosa, lo que significa una ausencia total de una conducta gravemente dolosa o culposa”, razón por la cual no encontró méritos para imputarles ninguna responsabilidad sobre los $1.187 millones que se gastaron en un proyecto que nunca prosperó.

En el proceso fiscal se involucraba inicialmente a otro grupo de personas que tuvo participación en el proyecto del Parque Bavaria, pero el ente de control decidió desvincular parcialmente a varios de ellos, por considerar que su actuación estuvo ajustada a derecho.

Entre los salvados figuran: el exalcalde Ramiro Suárez Corzo, Javier José Contreras (primer representante legal de la Corporación), Jorge Pineda Rosal (último gerente de la Sociedad Parques Cúcuta), Luz Amparo Leal Vera (primera revisora fiscal), Pedro Emiro Palacios Claro (revisor fiscal) y Fabio Antonio Rivera (exsecretario general de la Alcaldía).

Este fallo, proferido el 28 de diciembre de 2016, fue remitido al contralor municipal  encargado, Pedro Acosta, a manera de consulta,  pero en vista de que se había declarado impedido para conocer el caso, fue designado un contralor ad hoc de la Contraloría Departamental, quien lo ratificó.

Al respecto, el titular de ese organismo, Silvano Serrano, aclaró que su despacho no ejerce ningún control sobre la Contraloría Municipal y que como tal no hay relación con las decisiones que se tomaron respecto del caso del Parque Bavaria.

En ese sentido, Serrano informó que decidió solicitarle al auditor general de la República y al procurador regional, que desde el punto de vista de sus competencias, inicien las correspondientes averiguaciones para que puedan determinar cualquier responsabilidad a la que haya lugar sobre las personas que actuaron en este proceso de responsabilidad fiscal.

Los cuestionamientos que había hecho el Tribunal

Pese a que la Contraloría Municipal no encontró responsabilidad fiscal en las actuaciones del exgerente de la Corporación Parques Cúcuta, Carlos Hernández y otros miembros de la junta directiva, el Tribunal Administrativo de Norte de Santander, en el fallo que resolvió la acción popular interpuesta por Jorge Heriberto Moreno, en 2012, sí había cuestionado duramente sus conductas.

Por un lado, los magistrados encontraron que la Corporación Parques Cúcuta no podía asociarse con particulares para constituir la Sociedad Parques de Cúcuta Ltda., utilizando como aporte el dinero de la contribución por valorización.

Además, señalaron que dicha entidad tampoco podía comprometerse a negociar un inmueble de carácter fiscal, “sin el cumplimiento del marco regulador de este tipo de transacciones como es la Ley 80 de 1993”.

Para el Tribunal, los implicados incurrieron en una vulneración a los derechos colectivos, toda vez que al revisar las pruebas y la documentación aportada, encontraron que no se cumplieron los fines y cometidos que pretendía el municipio con la creación de la Corporación Parques de Cúcuta, como lo era la ejecución del Centro Cultural y Financiero Parque Bavaria que comprendía la construcción de un edificio con locales, oficinas y hasta un museo. 

“Se gastaron casi dos mil millones de pesos sin que se hubiera realizado ni siquiera parcialmente la obra, y sí por el contrario quedó un enorme agujero, producto de la excavación, que abarca la superficie de los dos lotes y de la calle que las atraviesa y que a la fecha genera perjuicios de variada índole a derechos de orden colectivo”, concluyeron los magistrados.

En la decisión también cuestionaron el hecho de que cuando ya se había creado la Sociedad Parques Cúcuta Ltda. se siguieron financiando gestiones, publicidad, viajes, entre otros gastos relativos al nuevo proyecto concebido con sentido comercial, “lo que no se podía hacer con el dinero de valorización”.

De ahí que en su decisión ordenó enviar el expediente a la Contraloría Municipal a fin de que, mediante juicios de responsabilidad fiscal, estableciera la responsabilidad que pudieran tener quienes estaban a cargo del manejo de los dineros de la Corporación.

Para recordar

En julio de 2013, la Procuraduría General de la Nación sancionó con 10 meses de suspensión al entonces representante a la Cámara, Carlos Hernández Mogollón, por el uso indebido de $1.500 millones para vincular a la Corporación Parques Cúcuta, que él lideraba, a la sociedad integrada por particulares.

Al dirigente le endilgaron una falta grave culposa, toda vez que la Sociedad Centro Cultural y Financiero Parque Bavaria estaba dedicada a la explotación de negocios y actos jurídicos distintos al objeto social para el cual se creó la Corporación.

Reacciones

Jorge Moreno

El autor de la acción popular que frenó lo que se venía haciendo con el proyecto del Parque Bavaria, Jorge Heriberto Moreno, lamentó la decisión que tomó la Contraloría y aseguró que este ente de control le debe una explicación al Tribunal Administrativo de Norte de Santander, que sí encontró que los administradores de la Corporación Parques Cúcuta no aplicaron todos los dineros en la construcción del Centro Cultural y Financiero Parques Bavaria.

“La Contraloría Municipal debe enviar este fallo al Tribunal Administrativo para que este se pronuncie sobre la exoneración fiscal de los administración de la Corporación, ya que, si se analiza, los flujos de caja que aparecen en el fallo de primera instancia del Juzgado Tercero Administrativo dejan ver claramente cuáles rubros no se invirtieron en la construcción del proyecto autorizado por el Concejo”, dijo.

Víctor Suárez

El concejal Víctor Fidel Suárez, uno de los sancionados por la Procuraduría,  por haberse extralimitado en sus funciones al concederle facultades al alcalde de la época, Ramiro Suárez Corzo, para crear la Corporación Parques Cúcuta, y quien tuvo que apartarse durante seis meses de su curul, se mostró contrariado con el fallo de la Contraloría.

“Lamentable, decepcionante y desconcertante este fallo. Los que manejaron el proyecto, lo modificaron, lo desdibujaron y manejaron la plata resultan inocentes y nosotros, los 16 concejales de la época, fuimos  sancionados disciplinariamente de manera injusta”, reprochó.

El dirigente manifestó que le pidió al contralor del departamento, al auditor general de la República y al procurador regional, de manera pública, que investiguen lo acontecido en este fallo en el que se advierte que no hubo ningún detrimento.

Image
Lucy Araque
Lucy Araque
Jueves, 16 de Febrero de 2017
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día