Una vivienda digna, acceso a educación, salud, seguridad, oportunidades de trabajo, verdad, justicia y la reparación de los derechos vulnerados, pidieron las víctimas de desplazamiento forzado de la provincia de Ocaña, el sur del Cesar y la zona del Catatumbo que participaron masivamente del Congreso sobre Territorio, Esperanza y Paz desarrollado en Ocaña.

Durante el encuentro, los asistentes se mostraron partidarios de respaldar una constituyente por la paz que permita mejorar las condiciones de vida de los afectados por el conflicto en esta zona del país.

La excandidata a la Gobernación de Norte de Santander, Judith Maldonado Mojica, una de las promotoras de la actividad, insistió en que la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras ya cumplió cinco años y hasta ahora no ha implicado una verdadera transformación en las realidades de sus beneficiarios.

Aseguró que este mismo panorama enfrentan quienes tenían sus esperanzas centradas en la Ley de Justicia y Paz, puesto que después de 10 años las acciones de los paramilitares siguen en la impunidad y las víctimas esperando verdad, justicia y reparación.

“La constituyente es un espacio para que las víctimas empiecen a tomar decisiones. Como dice la Constitución, el pueblo es el constituyente primario, el que manda, ordena y decide. Teniendo en cuenta todo ese panorama de lo que hay en la ley, de lo que hay en política pública y sus dificultades realizamos seis mesas de trabajo con cada una de los temas de interés general y estamos sacando las conclusiones”, sostuvo la defensora de derechos humanos.

En el Congreso, algunos de los participantes llamaron también la atención por el aumento en las cifras de desplazamiento y la cantidad de personas que se están asentando en Ocaña.

En ese sentido, reclamaron a gritos una atención digna, pues aseguran que a pesar de contar con un Centro de Atención a Víctimas en la provincia, “la desatención es total”.

La Opinión