Los vecinos de la calle 10 con avenida 21A, en el barrio Cundinamarca, ya olvidaron cuando fue la última vez que la cancha El Hueco, la única que hay en el sector, tuvo un arreglo.
“Desde que yo recuerdo, hace unos 14 años, esta cancha es así. Bueno...antes estaba mejor”, cuenta uno de los vecinos mientras lamenta el estado en el que se encuentra este escenario deportivo.
Esta cancha de microfútbol ha visto crecer a muchas generaciones en el barrio y ha aguantado lo que más ha podido, pero el tiempo y la falta de mantenimiento le está pasando factura. Solo un arco permanece en pie. El otro, según cuentan los residentes, “unos chatarreros se lo llevaron”.
Nació el ingenio
Ante la falta de uno de los arcos, los niños, quienes son los que cada tarde se reúnen a jugar, decidieron armar uno. Consiguieron palos y con cinta de demarcación de peligro que encontraron botada, armaron el arco que faltaba.
“Uno quisiera tener una bonita cancha, esperemos que nos ayuden, pero mientras eso pasa nosotros jugamos así”, contó Cristián Carrillo, uno de los tantos niños que a diario visita El Hueco.
Los habitantes cuestionan que hace un año, les pusieron unos aparatos biosaludables junto a la cancha y aunque si son aprovechados, las autoridades estatales “no han sido capaz de hacer una inversión en esta cancha”.
En busca de ayuda
Por ahora, en ningún proyecto de mejoramiento de escenarios aparece esta cancha, los vecinos de Cundinamarca deberán seguir esperando por un cambio, aunque han emprendido una tarea a través de las redes sociales para darle a conocer tanto a la Alcaldía como a la Gobernación el estado de este escenario deportivo y así lograr una inversión.
“Que se acuerden de Cundinamarca, también necesitamos ayuda. Quremos que arreglen esta cancha ”, dijo un vecino en Facebook al publicar una foto del mal estado del escenario.