Uno de los planes más tradicionales de los cucuteños es hacer uso de las aproximadas 3.000 cabañas que hay en el municipio Chinácota, distante 40 kilómetros de la capital nortesantandereana. Pero, hoy en día, dicho paseo está lejos del alcance de algunos bolsillos debido al incremento de los alquileres en medio de la pandemia de la COVID-19.
Son varios los mensajes en redes sociales y en publicaciones de La Opinión en las que personas aseguran que pasar un fin de semana en ese municipio se hace más difícil, es por esto que decidimos investigar ¿qué tanto cuesta ir de paseo a Chinácota?
Luis Carlos Duarte es un empresario chinacotense que se ha dedicado en los últimos años a administrar cabañas y alquilarlas. Él reconoce que son varios los factores que han hecho que el precio de estadía temporal tenga un aumento.
“Yo creo que el mejoramiento en la calidad en el servicio que prestamos ha hecho que incremente el valor. Mi empresa maneja todas las cabañas con ducha de agua caliente, y por ende sube el consumo de la luz, ya las cabañas tienen wifi, el servicio de piscina. Hace 10 años se alquilaban cabañas a 350.000 pesos, pero las debimos actualizar”, manifestó el representante de Fincas Chinácota.
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Otras de las modificaciones que han sufrido estas edificaciones están relacionadas con servicios adicionales, por lo que la mayoría de las habitaciones tiene televisor, servicio de Netflix, además las cabañas tienen zona social, juegos, canchas sintéticas. “Cada una de estas características hace que incremente el precio”, sostiene.
Para Duarte, la actual dinámica hace que los sitios cuyo alquiler es más económico se contraten más rápido y, poco a poco, se llena la ocupación, y por ende el precio va incrementando.
“Para Semana Santa se alquilaron cabañas por mínimo 1’800.000 de miércoles a domingo, y máximo entre 5 y 6 millones, estas últimas son cabañas cuyo valor comercial es de más de mil millones de pesos. Siempre hay clientes para cada una de ellas”, aseveró.
Según consultas con otras personas que se dedican al alquiler de cabañas, el incremento del precio se debe a la mayor demanda pospandemia (de la primera fase), pues el cierre del municipio como medida de prevención arrojó pérdidas millonarias para este sector.
“De un momento a otro dejamos de recibir ingresos por la pandemia, fue un golpe duro, pero tras abrirse el pueblo todo el mundo quería estar acá porque son cosas del ser humano de querer salir a distraer la mente, quería ver los paisajes, el clima, su gente. Hay municipios que también son cerca de Cúcuta, pero la gente prefiere a Chinácota”, manifestó John Flórez, comisionista de alquiler de cabañas.