Curar las heridas de sus excompañeros de las Farc, durante y después de cada combate, fue la principal labor que Elkin Moreno ejerció siendo auxiliar de enfermería de la ya desparecida guerrilla. Hoy sus conocimientos los sigue poniendo en práctica, pero ahora en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Caño Indio (Tibú), donde asiste también a la comunidad de las veredas aledañas.
Esta profesión la aprendió empíricamente durante los 20 años que vivió internado en las montañas de Colombia. Su misión siempre fue que los demás estuvieran bien.
Elkin, sin embargo, decidió ponerle fin a sus días en la guerra, tras el Acuerdo de Paz, e iniciar un proyecto de vida en la legalidad, acompañado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Como parte de su proceso de transición a la vida civil terminó el bachillerato e inmediatamente inició capacitaciones con la Cruz Roja Colombiana y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), para afianzar sus conocimientos en enfermería.
Hizo las pasantías en el Hospital Regional Norte, de Tibú, y allí tuvo la oportunidad de ejercer esta profesión en diferentes espacios, desde las salas de parto, pasando por urgencias, inyectología, hasta las zonas de recuperación, lo que le permitió crecer a nivel profesional y personal, autorreconociéndose como un ciudadano en legalidad.
“Nosotros brindamos atención de urgencia a cualquier persona que la necesite, ya sea de veredas aledañas o del antiguo ETCR. Cuando son muy graves, hacemos el traslado en ambulancia a la cabecera municipal de Tibú, a dos horas del ETCR”, expresó Moreno, quien sigue activo en su proceso de reincorporación.
Este hombre decidió reconstruir su proyecto de vida enfocado en lo que más le gusta, la salud, y en conjunto con la ARN formuló un proyecto productivo cuyo fin era abrir un punto farmacéutico en el antiguo Espacio Territorial de Caño Indio, para que la comunidad tenga acceso y soluciones básicas de medicina.
Al ser una zona tan distante, la droguería más cercana para los habitantes de la vereda está a hora y media por carretera, sin pavimentar, razón por la cual su idea de negocio contribuye mucho al bienestar social de la comunidad.
Hoy Elkin Moreno está comprometido con la comunidad. Su principal aporte a quienes fueron sus excompañeros de lucha y ahora sus vecinos, son sus conocimientos en cuidados y atención primaria en salud. Al menos 200 personas que habitan actualmente la zona se benefician de su labor.
El proceso de reincorporación por el que pasó Elkin y otros excombatientes incluye la ampliación de conocimientos o saberes adquiridos en el transcurso de la vida, reforzándolos para llevarlos a la vida social. “El proceso de reincorporación nos cambió la vida al 100%. Tenemos tranquilidad y podemos buscar nuestro propio futuro”, destacó Moreno.
“Elkin es un buen ejemplo. Ahora su visión está dirigida a la construcción de paz con legalidad, con una unidad productiva que beneficia a la población y comunidades aledañas al antiguo ETCR, que durante un buen tiempo no tuvieron la oportunidad de contar con servicios de salud permanentes, como los recibidos actualmente en esta región”, resaltó Andrés Stapper Segrera, director general de la ARN.
La ‘Droguería El Sol’, llamada así en honor al ocaso del Catatumbo, no solo entrega medicina, sino también, una historia de transformación social que llena de esperanza a esta zona del departamento.
En la actualidad, en Norte de Santander hay 639 exintegrantes de Farc que avanzan en sus procesos de reincorporación, de los cuales 210 pertenecen al municipio de Tibú.
Las personas en proceso de reincorporación que ya cuentan con nivel educativo son 503. De ellos, 136 alcanzaron el nivel de básica primaria, 240 básica secundaria y los restantes, media vocacional.
