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¿La depresión llega con la tercera edad?

Se estima que a nivel mundial 322 millones de personas padecen esta enfermedad.

Se dice que la tercera edad es la época para descansar, reflexionar y, principalmente,  dedicarle tiempo a aquellas cosas sencillas de la vida que se tuvieron que dejar de lado por estar enfocados en el desarrollo profesional y al sostenimiento de una familia. Sin embargo, muchas personas que llegan a esta etapa de su vida se enfrentan a cambios tan drásticos que pueden llevarlos a la depresión.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Algo que puede dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria.

A nivel mundial, se estima que 322 millones de personas padecen esta enfermedad, que afecta tanto a niños como jóvenes y que en adultos mayores de 60 años es la primera causa de consulta psiquiátrica, sin importar la condición social en las que se viva. 

Colombia, de acuerdo con el último informe publicado por la OMS, es el octavo país con personas deprimidas en Latinoamérica con un 4,7 por ciento. No obstante, otros estudios adelantados por psiquiatras y por la Asociación Colombiana de Psiquiatría, plantean que la prevalencia podría estar alrededor del 20 por ciento.  “Este subdiagnóstico se debe principalmente a dos cosas: por un lado, muchas veces la gente no consulta, y por el otro, desde las ciencias de la salud no buscamos activamente los casos de depresión”, afirma el médico cirujano y especialista en Gerontología Social, Juan Carlos Morales, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Fundación Universitaria del Área Andina. 

¿A qué se debe la depresión en la tercera edad? 

Algunas de las razones por las que una persona de la tercera edad podría presentar trastornos depresivos están relacionadas con situaciones como padecer enfermedades incapacitantes; tener que afrontar la muerte de alguien cercano y, aunque parezca difícil de creer, la idea de pensionarse o dejar de trabajar. “Ellos sienten que el rol productivo que cumplen en la sociedad se acaba y, tanto ellos como la gente, sienten que dejan de ser útiles y se convierten en una carga”, comenta Morales. 

Asimismo, otro factor que podría llevar a que una persona mayor se sienta deprimida, es la falta de afecto físico por parte de sus seres queridos, ocasionado muchas veces por los avances tecnológicos que se han dado durante los últimos años y que cambian. Esto suele dejar sensaciones negativas de tristeza, ansiedad, soledad y baja autoestima, que conducen al aislamiento social y al descuido de sí mismos. 

La OMS también informó que esta enfermedad viene en aumento, pues entre el 2005 y 2015 la cifra de alcance de la depresión aumentó en un 18,4 por ciento.  Según Dinesh Bhugra, presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría,  para el 2020 este trastorno será el más frecuente en el mundo, por encima de enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
 
¿Cómo combatir la depresión?

Aunque la depresión entre los más viejos puede pasar inadvertida debido a que se ven los problemas de salud como parte normal de esta etapa de la vida, es importante que las personas que rodean a los adultos mayores  estén atentas a los fuertes cambios de ánimo y comportamiento que pueden presentar, como ideas de tristeza, de minusvalía, llanto fácil, baja autoestima y pérdida del hábito de higiene durante más de dos semanas.  

Una de las maneras para combatir la depresión es a través de antidepresivos y psicoterapia, los cuales son ordenados por un especialista. Sin embargo, en la mayoría de casos, el apoyo familiar puede ayudar a superar este mal que aqueja a esta generación. 

Por ejemplo, es recomendable que las personas más allegadas incentiven al adulto mayor a hacer ejercicio, a cuidar su alimentación y a tener buenos hábitos de sueño pero, principalmente, deben integrarlo a las actividades de las nuevas generaciones. 

Es trascendental darles un papel protagónico a los viejos y entender que, aunque su productividad económica disminuye, su aporte emocional, psicológico, social y cognitivo que les pueden brindar a sus nietos y nuevas generaciones, los hacen valiosos. “Ellos son el pilar de la historia, por lo que debemos acogerlos y entender la dinámica de la vejez, para darles el lugar que se merecen en la sociedad”, puntualizó Morales.

La depresión suele ser común en los adultos de la tercera edad, no obstante, es necesario prestarle toda la atención que se merece y, en lugar de estigmatizar a los que la padecen, comprender qué es y cómo puede prevenirse y tratarse esta enfermedad. De esta forma será posible ofrecer un apoyo adecuado.

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Sábado, 6 de Mayo de 2017
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